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—He preparado una mesa llena de platos, tiene que haber algo que te guste.
—Uh...
—La señora Aria no tiene nada urgente que hacer, ¿verdad?
—...No.
—Entonces no tengas tanta prisa por irte —insistió Ria mientras levantaba a Aria—. No es tarde para irte después de la cena. Hice tantos platos pensando que te quedarías a cenar. Si te vas, el señor Brandon no será capaz de terminar tanta comida él solo.
El entusiasmo de Ria fue un poco abrumador para Aria.
Detrás de ellas, Brandon sonrió mientras la observaba por un momento, antes de levantarse lentamente y decir:
—Señorita Aria, ¿por qué no te quedas a cenar? La cocina de Ria es excelente. Tiene varios platos característicos que son de primera, debes probarlos.
—Sí, señorita Aria, por favor quédate y cena con nosotros.
Aria:
—...Bueno, está bien entonces.
No podía rechazar la invitación dada su cálido entusiasmo.
Y más al punto... realmente no quería rechazarla.
