Mientras charlaban, entraron a la sala de estar.
Ria echó un vistazo hacia el gimnasio y le dijo a Aria Rowlett que se sentara primero —Señora Aria, siéntese primero, ¿qué le gustaría beber? Se lo prepararé.
Aria Rowlett miró alrededor de la sala de estar y, aparte de la criada que estaba de pie, no vio a nadie más.
Ria también la miró y sonrió —El señor Brandon está en el gimnasio. Saldrá pronto. Tiene la costumbre de ejercitarse todos los días y su horario es fijo. ¿Qué suele beber la señora Aria? ¿Té, café u otra cosa?
¿El gimnasio?
Aria Rowlett retiró su mirada y pensó que no es de extrañar que ese hombre tuviera tan buena figura, se ejercita diariamente.
Le respondió casualmente a Ria, quien luego se dio la vuelta para prepararle su café.
Luke todavía estaba junto al sofá, mirándola con una expresión de desagrado.
Realmente no podía entender por qué el señor Brandon quería encontrarse de repente con esta mujer.
