Joanna Lawrence sentía que era bastante aburrido sentarse juntos en silencio.
Además de discutir sobre el trabajo, ella y Maddox Allenson no podían encontrar otros temas de conversación.
Aun así, para Maddox, tenerla a su lado, incluso si no hacían nada, le hacía sentir lejos de estar aburrido.
Al mirarla, su corazón se llenaba de felicidad.
Sin embargo, esas palabras, no se atrevía a decirlas, ni podía decirlas.
Sus sentimientos solo podían estar enterrados en lo más profundo de su corazón, cuidadosamente ocultos, como si temiera que ella pudiera notarlos.
—¿En mi tiempo libre? Cuando tengo tiempo libre, veo películas, juego juegos o hago ejercicio. Aparte de eso, no puedo pensar en nada más. ¿Debes pensar que mi vida es excepcionalmente aburrida, verdad? —preguntó.
—¿Todavía disfrutas jugando juegos? —Cuando Joanna finalmente escuchó un hobby compartido entre ellos, no pudo evitar preguntar—. ¿Qué juegos te gusta jugar?