En lugar de colgar inmediatamente, Ashton Heath dejó escapar un profundo suspiro a través del teléfono:
—Me estoy arrepintiendo un poco ahora —dijo él.
—... ¿De qué te arrepientes? —preguntó ella.
El suspiro del hombre se sintió como un susurro directo a su oído.
—Lamento ser tan comprensivo. Debería haber sido más egoísta, atarte a mí, y no dejarte ir a ninguna parte. De esa manera, cada vez que te extraño, puedo verte de inmediato —confesó.
...
—Eso no serviría —sabiendo que él estaba bromeando, Joanna Lawrence también bromeó—. Eso es encierro ilegal y está en contra de la ley.
—Estoy dispuesto a romper la ley por ti —respondió él.
...
—Uh... Presidente Ashton... —la voz débil de Cody Aberton sonó de nuevo—, todos te están esperando.
Ashton Heath soltó de repente una risa fría y dijo:
—Cody, eres bastante competente como mi asistente.
—Uh, Presidente Ashton, yo...
—Cariño, voy a ir a mi reunión primero. Ten un viaje seguro y avísame cuando llegues allí —cortó él.
