"Ella se sentía sofocada, así que lo mordió con gran fuerza.
Cuando probó la sangre, su cara cambió, y rápidamente lo soltó.
Mirando hacia abajo, sus ojos no podían ocultar algunas huellas de arrepentimiento.
Una fila de marcas de mordida profundas apareció en la mano de Ashton Heath a una velocidad visible.
Incluso había rastros de sangre en algunas de las marcas.
Joanna Lawrence se puso nerviosa, casi al borde de las lágrimas, y explicó apresuradamente mientras acunaba su mano —Yo...Yo no quise. Lo siento mucho. ¿Te duele mucho?
Ashton Heath miró a la chica en sus brazos, las lágrimas llenándose en sus ojos y mezcladas con ansiedad y autoreproche, al borde del llanto, y su corazón se enterneció en algún momento —Cariño, no llores. No me duele —dijo él suavemente, casi inaudible.