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Yannick Luther quedó atónito —¿Me llamó Yannick el Tercero?
—Sí…
—¡Maldita sea! —El sudor frío apareció de inmediato en la frente de Yannick. Asustado, casi saltó—. ¿Podría ser mi hermana?!
Pero, ¿podría su hermana cantar tan bellamente?
¿Podría su hermana tener una voz tan dulce y suave?
¿Cómo es que nunca lo había notado antes?
Yannick se preguntaba por qué había supuesto que era su hermana primero.
Porque solo unas pocas personas le llamaban Yannick el Tercero. Excluyendo a su abuela, su mamá, y Rebecca Kelloway, solo sería su hermana entre las chicas jóvenes.
El camarero no sabía cómo se veía la señora Joanna Luther, pero podía adivinar que la chica de hace un momento definitivamente no podía ser ella.
La edad, el aspecto y el comportamiento no coincidían.
—Señor Yannick, es una chica muy joven —No puede ser la señora Joanna, ¿verdad?
—¿No es mi hermana? —Yannick estaba aún más confundido—. ¿Entonces quién podría ser?
