"Pero cuando levantó la cabeza, había una sincera expresión de remordimiento en sus ojos. Con los ojos rojos —dijo:
— «Lo siento mucho. Por favor danos una oportunidad para enmendar las cosas».
Ahora el director les había hablado y les había regañado seriamente.
Dijo que habían metido a la escuela en muchos problemas.
Habían ofendido a una persona muy importante.
Ahora, esta persona importante estaba muy enfadada y exigía que la escuela los castigara.
—Pedid disculpas a Joanna Lawrence inmediatamente. Si ella os perdona, todo estará bien. Si no, la escuela no podrá protegeros y tendréis que arreglároslas por vuestra cuenta.
Recordando las palabras del director, la cara de Lillian White cambió y apretó los puños.
Aunque no quisiera, no tenía más remedio que bajar la cabeza.
En este momento, cuanto más humilde era su actitud, más intensa era su resentimiento en su corazón.
