"Ashton Heath bajó la cabeza.
Sus labios delgados, sexys y cálidos estaban a menos de un centímetro de los de ella.
Mientras hablaba, su aliento cálido caía en la esquina de sus labios.
Sus yemas de los dedos acariciaban suavemente su barbilla, y sus fascinantes y fríos ojos se entrecerraron ligeramente. Con un toque de frialdad, preguntó: «¿Por qué estaba David Benington en el banquete? ¿Casualmente cenabais en el mismo lugar?»
El hombre parecía preguntarlo de forma casual, pero Joanna Lawrence, siendo tan sensible como era, inmediatamente detectó un significado diferente en sus palabras.
Estuvo atónita un instante, parpadeó y una inexplicable molestia surgió instantáneamente en su cabeza. Sus cejas se fruncieron —¿Sospechas que planeé encontrarme con él?
Los dedos de Ashton Heath que acariciaban su barbilla ejercieron más presión, sus ojos eran profundos e impredecibles:
—¿Qué, estás enfadada? Solo pensaba que era un poco coincidencia