Ella extendió apresuradamente su mano hacia su pecho, impidiéndole acercarse más.
Ashton Heath no parecía querer seguir acercándose tampoco. Clavó su intensa mirada en su cara aturdida y sonrojada, y con sus delgados dedos de articulaciones marcadas le pellizcó suavemente la barbilla:
—Entonces, ¿has descubierto qué es lo más importante?
Joanna Lawrence miró el hermoso rostro frente a ella, su latido del corazón acelerándose incontrolablemente. Aunque estaba ansiosa y nerviosa, sus ojos no vacilaron lo más mínimo.
Ella lo miró fijamente, sintiendo su cara un poco caliente, y dijo —Sí, lo he descubierto. Ashton Heath, para mí, lo más importante eres tú.
Ashton Heath se quedó estupefacto.
Unos segundos después, sus ardientes ojos parecieron encender un fuego, brillando intensamente por un momento.
Joanna pudo sentir cómo los dedos que le pellizcaban la barbilla se tensaban en ese instante.
