—Ya que de todos modos estoy soñando, ¿puedes dejarme dormir contigo? —dijo Aria Rowlett mientras intentaba desabotonar su camisa. Debido a su estado de borrachera, le tomó un rato desabotonar solo uno.
—Tu ropa es tan difícil de quitar, ¿no puedes quitártela tú mismo? —Su quejumbrosa queja vino luego.
El cuerpo de Brandon Heath se tensó como una piedra.
Sin embargo, su cuerpo no era tan duro como una piedra, estaba ardiente caliente como si una capa de fuego cubriera la superficie de su piel.
Su respiración comenzaba a perder la estabilidad. Agarrando su pequeña mano que estaba jugueteando en su cuerpo, él apretó los dientes, su voz profunda y ronca, rasgando ligeramente los oídos:
—Aria Rowlett, no estás soñando, ¿sabes lo que estás haciendo?
—Si continúas así, no puedo garantizar lo que sucederá después.
—¿De verdad piensas que no te tocaré?