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A pesar de su noche juntos.
Todavía no estaba completamente acostumbrado a estar cerca del sexo opuesto.
La chica junto a él apoyó todo su peso sobre él.
Brandon Heath tuvo que extender su brazo para sostenerla, no fuera que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
Así, su contacto físico aumentó aún más.
Aria Rowlett se apoyó en él y gentilmente sacudió su brazo mientras se agarraba de él. Su voz era suave y coqueta —Brandon Heath, me siento tan mareada.
El cuerpo de Brandon se tensó, sin atreverse a moverse en absoluto. Su voz era igualmente tensa —Señora Aria, está borracha. Deje que la lleve a casa a descansar, y no se sentirá tan mal.
—Pero no quiero ir a casa.
Aria mordió la esquina de su labio, mirándolo con las mejillas sonrojadas y una mirada turbia —Brandon Heath, ¿puedes llevarme a la montaña a tomar aire fresco? ¿No dijiste que me llevarías a la montaña a observar las estrellas? ¿Podemos ir ahora?
—Hace tanto tiempo que no veo las estrellas.
