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No solo no le gustaba, sino que incluso parecía un poco infeliz.
¿Hizo algo mal en algún momento?
Esa era la personalidad de Brandon Heath. Si sentía que algo estaba mal, preguntaba directamente.
Así que preguntó a Aria Rowlett directamente.
Al otro lado de la mesa, Aria levantó la vista y lo miró. Tras casi diez minutos de silencio, finalmente habló:
—No, aquí todo está bien. No me disgusta. Pero señor Ashton, ¿puedo hacerle una pregunta?
Brandon Heath escuchó que a ella no le disgustaba y no pudo evitar sentirse aliviado. Curveó sus labios y sonrió, —Por favor, adelante, señorita Aria.
Aria tomó una respiración profunda, mirando el hermoso rostro del hombre que hacía latir su corazón. Tras dudar unos segundos, decidió preguntar, —Señor Ashton, ¿escogió este lugar personalmente?
—Y esta... esta cena a la luz de las velas, ¿fue su idea?
