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—No es ese tampoco —Ashton Heath sabía que lo hacía a propósito. Se rió entre dientes, se inclinó y mordió suavemente su labio, su voz se volvía más seductora—. Bebé, sabes lo que realmente quiero escuchar. Si no lo dices, voy a besarte.
Sintiendo su aliento caliente acercándose, Joanna Lawrence se rió suavemente y levantó una mano para bloquear sus cálidos y húmedos labios —Ya lo escuchaste, ¿por qué quieres que lo diga de nuevo?
—Quiero escucharlo.
Ashton tomó su pequeña mano, sus cálidos labios cayeron en su suave y blanca palma, rozándola ligeramente —Dilo una vez más, y analizaré lo que acaba de suceder.
—Joanna... —respondió ella.
—Nadie conoce mejor a mi hermano Brandon que yo. Mi análisis definitivamente será de ayuda para tu mejor amiga. Bebé, ¿quieres decirlo de nuevo, hmm? —Los labios del hombre aún estaban presionados contra su palma. Cuando hablaba, sus cálidos y húmedos labios rozaban su mano, haciéndola cosquillas.
