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Chapter 2 - Extraño artefacto

Un gran destello cegó mi vista, me sentía mareado y desorientado, era incapaz de mover mi cuerpo. 

Di un fuerte respiro y pude abrir los ojos. Estaba tirado en el suelo, veía como un poco de pasto se sacudía levemente en mi cara, había demasiados árboles a mi alrededor, aunque alcance a ver un cielo azul que deslumbraba. Sentí que mi cuerpo estaba frío y con muy poca energía.

Una vez recuperé un poco la conciencia, decidí levantarme y explorar un poco el bosque donde me encontraba.

—¿Dónde estoy? —Pregunté—. ¿Acaso esto es el cielo?

El canto de las aves se escuchaba mientras caminaba intentando descubrir donde me encontraba. 

Una pequeña luz flotante de color azul llamo mi atención, intente acercarme a la luz, pero parecía que esta se alejaba de mí.

Decidí no darle importancia, acababa de despertar, talvez será alguna alucinación, pero tan pronto me di la vuelta, la luz azul se posicionó frente a mí haciendo movimientos de arriba abajo.

Preferí seguir la luz para poder ver a donde me llevaba, me convenció, quizá me daría una explicación. Logre escuchar un leve gruñido proveniente del interior de los árboles detrás de mí, voltee a ver, pero no logre distinguir nada.

Continué siguiendo la pequeña luz azul, aunque admito que el gruñido de antes no dejo de preocuparme. 

Luego de caminar bastante, la luz azul se adentró en una pequeña cueva, estaba a pocos pasos de la cueva cuando un enorme animal acompañado de un fuerte rugido se abalanzó hacia mí, instintivamente intente esquivarlo, aunque termino rasguñándome el brazo.

Cuerpo de canguro, aunque muy peludo, cabeza parecida a la de un lobo, una cola corta, pero esponjosa y no pude ignorar sus filosas garras. 

—¿Qué demonios es esa cosa? 

El animal se volvió a abalanzar hacia mí con una velocidad impresionante. Corrí lo más rápido que pude, pero era inevitable que aquella criatura me atrapara, continué huyendo de una muerte segura con nada de esperanza de sobrevivir.

Cuando veo que la pequeña luz azul de antes me adelanta el paso y se pone frente a mí mientras yo aún corría, la luz se deja de mover quedándose atrás de nuevo, no le di importancia a la luz, pues mi vida es más importante.

Hasta que escuche un fuerte golpe detrás de mí, similar a un espejo siendo roto por un puñetazo, además de escuchar un lamento, como si de perro se tratara.

Voltee hacia atrás para ver que causo el sonido y solo pude notar al animal que me seguía tirado en el suelo inconsciente, además de que logre distinguir una barrera frente al animal que parecía de cristal. De la nada, la barrera desaparece y se transforma en la pequeña luz azul, la luz azul tomó camino de regreso hacia la cueva.

Pase silenciosa y cuidadosamente por donde estaba el animal inconsciente para seguir a la pequeña luz, la pequeña luz parecía estarme esperando en la entrada de la cueva y rápidamente profundizo en ella.

Entré a la cueva con mucho cuidado por si algún otro animal estaba ahí. Una vez profundizado en la cueva, la luz azul se apaga en un instante, dejándome a oscuras. 

Dos segundos después veo una ligera luz blanca proveniente de entre unas rocas en el suelo, retiro las rocas del suelo para encontrarme con la fuente de la luz, parecía ser un artefacto extraño del tamaño de la palma de mi mano.

Tenía forma de ojo con su pupila tachada, se sentía y veía como si fuera de piedra, pero sonaba como un metal cuando le di pequeños golpes. La luz blanca nacía del artefacto, esta se fue debilitando para luego brillar intensamente y finalmente apagarse, dejándome en oscuridad de nuevo.

La voz de un hombre viejo llena de misterio con un tono calmado y carismático resonó en las paredes de la cueva.

—Bienvenido, Viajero. —Exclamo la voz de una manera teatral—. ¿Estás perdido?

Me sorprendí por la voz, tanto que se me cayó el artefacto que sostenía.

—¡Ay! Oye, no me dejes caer así. —Exclamo la voz extraña.

Estaba confundido. ¿El artefacto acaba de hablar? Busque por el suelo el artefacto únicamente con el tacto, pues no podía ver nada. El artefacto emitió una leve luz, permitiéndome tomarlo de nuevo en mis manos.

—¿Qué cosa eres? —Pregunté.

—Me presento, mi nombre es Arian Voss. Hechicero Mítico del Gran Imperio de Trustican.

—¿Qué? —Pregunte sin entender lo que dijo—. ¿Dijiste hechicero? ¿Imperio de Trus… qué? 

—Sé que tienes muchas preguntas, pero ahora solo dime tu nombre.

—Me llamo Evan… Evan Silva. —Respondí.

—Bienvenido a mi humilde morada Evan, siéntete como en casa. —Dijo Arian de manera irónica—. ¿Puedo preguntar de dónde vienes?

Comencé a pensar.

¿De dónde vengo? Es una pregunta difícil de contestar, pues no sé exactamente dónde estoy ni como llegue aquí. Recuerdo que estaba en mi casa cuando me emboscaron y asesinaron. ¿Me asesinaron? Eso es imposible, estoy aquí de pie pensando, respirando, no puede ser verdad que me asesinaron. Tal vez estoy soñando, me pellizcaría, pero la herida de mi brazo me duele un poco aún, así que no, no estoy soñando. ¿Qué demonios está pasando?

—Tómalo con calma joven Evan, probablemente te sientas confundido, no sé exactamente de donde vengas, pero sé dónde estás ahora. —Dijo Arian

—¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

—Escucha Evan, creo haber mencionado que soy un hechicero místico, utilicé lo que tenía de poder para un hechizo de invocación, precisamente uno para traer criaturas de otros mundos, y en este caso la criatura fuiste tú.

—Entonces ¿Esto es un mundo diferente al mío?

—Sí, pero no te preocupes, pues solo traje tu alma a este mundo, pues traerte completamente hubiera requerido mucho más maná, podre devolver tu alma a tu cuerpo en tu mundo justo en el momento donde dejaste tu vida, así que no te preocupes porque no te quedaras aquí para siempre. Ahora mismo estas en el cuerpo de un joven que murió cerca de aquí hace no mucho, puse tu alma en el cuerpo de él. Espero no te moleste. 

¿Qué no me moleste? —Pensé—. Como no voy a molestarme, estoy en otro mundo en contra de mi voluntad, solo porque a un ojo de piedra se le ocurrió, además estoy en el cuerpo del que hace poco era un cadáver. No… no te adelantes Evan, debe haber una razón. Además, el momento donde dejé mi vida pasada fue cuando me estaban disparando a quemarropa, y volver a ese momento solo me llevara a una muerte segura. ¿Entonces fui transportado a este mundo justo antes de alcanzar a morir?

—Entonces, ¿Qué quieres de mí? —Pregunté—. Debe de haber una razón para que me transportaras a este mundo justo antes de morir.

—¿Justo antes de morir? —Preguntó Arian curioso, para momentos después soltar una pequeña risa—. ¡Oh! Por supuesto. Te salvé de una muerte segura trayéndote a este mundo con uno de mis hechizos, y como pago me gustaría que hicieras algo por mí. 

Me cuestioné sobre la ironía en sus palabras, pero prefiero ignorarlo por ahora. Su motivo es que él necesita algo de mí, aunque no puedo negar que me salvo de una muerte segura.

—¿Qué cosa es? —Pregunté con un tono de desagrado.

—El problema es que como puedes ver, estoy dentro de un artefacto, este artefacto es Arumavista, un artefacto para sellar personas en él. Me sellaron aquí por… bueno… problemas de un pasado muy lejano. Necesito recolectar maná para poder hacer un hechizo que me saque de aquí.

—¿Maná? Ni siquiera sé qué es eso. —Dije—. Y menos sé dónde conseguirlo.

—Oh, no te preocupes, hay maná en todas partes, desde el aire que respiras hasta en la sangre que recorre en tu cuerpo. Pero para que lo entiendas mejor, el maná es necesario para realizar hechizos.

—Y si está en el aire, ¿Por qué simplemente no lo tomas de ahí? —Pregunté.

—Lo necesito en grandes cantidades, en el aire no hay maná suficiente para tan siquiera hacer un hechizo simple, y mucho menos dentro de una cueva como esta.

—Entiendo, pero ¿Cómo consigo ''Maná'' en grandes cantidades? —Pregunté—. Además… ¿Con el maná que usaste para invocarme no pudiste haberte liberado?

—No, el maná requerido para liberarme es diez veces mayor o más al de una invocación, así que era imposible. Sobre recolectar maná, estaba pensando en que te volvieras un hechicero como yo para que cuando te vuelvas moderadamente poderoso me transfieras de tu maná y yo realizar el hechizo, o podrías aprender el hechizo tú, pero es un trabajo muy difícil.

—Quieres que me convierta en un hechicero. —Dije—. ¡Apenas comprendo lo que es el maná y ya me pides que me convierta en un mago experto! No soy de este mundo, ni siquiera sé si soy capaz de realizar hechizos.

—Hmm… Talvez tienes razón… pero no lo sabrás si no lo intentas, además recuerda que el cuerpo que posees es de alguien local, así que no debería haber problema al hacer hechizos. Solo inténtalo, cierra los ojos, imagina el hechizo, siente el maná recorrer por tu brazo y ¡Lanza el hechizo!

—Dudo que funcione.

—Confía en mi Evan. —Dijo Arian con un tono amable

Hice lo que me pidió, cerré los ojos, imaginé el hechizo.

—¿Qué hechizo debo imaginar? —Pregunté.

—Bueno, algo no muy peligroso y simple, que tal un poco de luz, gastar mi poco maná en un poco de luz es cansado para mí, agradecería que lo hicieras tú.

Cerré los ojos, imaginé un poco de luz, intenté sentir el maná recorrer por mi brazo.

—No siento nada. —Dije.

—Continúa intentando, intenta sentir el maná, también intenta imaginar la luz y convertirla realidad.

De nuevo cerré los ojos, imagine la luz, imagine que la luz se volvía realidad, imagine que la luz se volvía realidad de nuevo, imagine e imagine lo mismo y al fin lo logre sentir, una extraña sensación recorrió mi cuerpo desde mi corazón hasta la punta de mis dedos de la mano. 

Con los ojos cerrados pude notar que algo se había iluminado, abrí los ojos y noté que de mi mano salía una pequeña luz.

—Lo lograste Evan, felicidades.

No podía creer lo que estaba viendo, de mi mano salía una maldita luz de la nada.

—Pareces sorprendido, estuve pensando un poco sobre cómo conseguir maná y a pesar de que lograste lanzar un hechizo, va a ser muy complicado y tardado que obtengas maná para liberarme, así que pensé en otra cosa.

—¿En qué pensaste? —Pregunté.

—Quizá puedas encontrar a un hechicero poderoso capaz de transferirme maná o realizar un hechizo de liberación. No sé exactamente dónde estamos, pero creo que al Este de aquí hay un poblado donde podría haber hechiceros.

—¿Al Este de aquí? —Pregunte—. Solo por seguridad, ¿El Este se encuentra hacia donde sale el sol?

—Eh… Hmm… Sí, el Este está hacia donde sale el sol. ¿Por qué preguntas?

—Bueno, estoy en un mundo distinto al mío, supongo que es normal sospechar que las cosas son diferentes. También tengo preguntas sobre los idiomas y la sociedad en general.

—Oh claro. —Dijo Arian entusiasmado—. El idioma, hay una gran historia sobre eso, pero básicamente un grupo de invocados como tú dominaron estas tierras por bastante tiempo, obligaron a todos a hablar su idioma. Sí, hay muchos idiomas en este mundo, pero mientras no salgas de la región, el idioma será el mismo.

—Entiendo, así que hay más invocados en el mundo.

—Claro, hay más invocados en el mundo y lo ha habido a lo largo de la historia. Volviendo al tema. Recomiendo que descanses por ahora, mañana podrás ir a buscar a un hechicero, por cierto, por nada del mundo menciones mi nombre a nadie, no tenía una buena reputación en el pasado y temo que aún permanezca. Solo preocúpate por buscar un hechicero poderoso que cuente con bastante maná.

—Eso haré. —Dije.

—Me despido por ahora. Si me necesitas para algo solo di mi nombre cerca de Arumavista. —Dijo Arian.

Luego de eso la luz que emanaba el artefacto Arumavista se apagó, guarde el artefacto en uno de mis bolsillos en caso de necesitarlo. Salí de la cueva y me percaté de que era de noche, no podía guiarme sin el sol. 

Seguí el consejo de Arian y volví a entrar a la cueva a descansar.

Ya era de mañana, el canto de algunas aves sonaba y sonidos de animales a lo lejos. Salí de la cueva para dirigirme al pueblo al Este, tal y como me dijo Arian.

En el camino vi criaturas que nunca había visto antes, por ejemplo, un conejo con dos brazos largos que tenían alas, como si de un murciélago se tratara.

Vi distintas criaturas que nunca había visto, pero la mayoría parecía inofensiva, aun así, no podía bajar la guardia, pues algún animal podría atacarme en cualquier momento.

El bosque poco a poco se fue haciendo menos denso y finalmente vi a lo lejos edificios. Estaba muerto de hambre y de sed, mientras caminaba busque alguna fruta conocida entre los árboles, pero incluso las frutas eran diferentes, no puedo confiar en comer cualquier cosa que parezca comida.

Cada vez estaba más cerca de la ciudad, me percaté de que había una mujer de aspecto campesino recolectando frutos de un árbol. Espere a que terminara de llenar la canasta de sus manos para tomar una fruta del mismo árbol sin molestar a nadie.

La mujer se alejó y yo me acerque al árbol, tome una fruta de aspecto sospechoso, pero tenía un buen olor, un fruto morado del tamaño de mi mano, si esa señora estaba recolectándolo puede significar que es comestible.

Le di un pequeño mordisco para probar su sabor descubriendo el color verde de su interior, sabia dulce, no era algo muy delicioso, pero no sabía mal. 

Tome otro par de esa fruta cuando escucho a una mujer gritar.

—¿¡Que estás haciendo!? ¡Deja eso ahí!

Instintivamente por alguna razón mi reacción fue correr, probablemente porque estaba acostumbrado a robar cuando era niño, además de que el hambre tomo el poder de mi cuerpo. Creí haber olvidado ese sentimiento.

No corrí muy lejos, la señora ya no parecía seguirme.

Me encontré en la entrada de la ciudad, los edificios eran al estilo medieval, aunque la ciudad no estaba amurallada ni resguardada. Nunca había ido de visita a un país europeo, así que fue sorprendente para mí. De todas maneras, me dio la impresión de ser un lugar muy pacífico. No sé exactamente a donde ir, pero por ahora entraré a la ciudad para buscar un hechicero.