En lo profundo del frondoso bosque, donde los rayos del sol apenas lograban penetrar entre las ramas, se encontraba Zarina, una joven de piel caucásica, ojos de un color verde claro, cabello castaño claro brillante, lleva vestida una camisa blanca y una falda marrón claro, con botas marrones, una valiente chica quien después de varias prácticas ahora era una amante de la caza. Armada con su arco y flechas, se adentraba con sigilo en busca de un desafiante desafío: un jabalí.
Zarina conocía perfectamente los hábitos y movimientos de esta especie, pues su madre la había instruido por varios meses, decidida a poner a prueba su destreza y su temple, ella avanzaba por el bosque siguiendo a su presa, con un sigilo particular y muy cuidadosa en sus pisadas,
Entre Sus pasos, casi imperceptibles, apenas rozaban las hojas secas del suelo, y su mirada, afilada como la flecha, se detendría en unos arbustos fijando su mirada en objetivo, el jabalí estaba a unos metros de ella, comía la hierba húmeda sin sospechar que su cazadora se ocultaba entre las hojas y arbustos, dejando salir un leve suspiró ella no tardaría en tener lista su flecha, escudriñaba cada rincón del bosque, asegurándose que todo estaba en posición, Zarina sin más dio un último suspiro disparando la potente flecha.
El silencio que envolvía aquel paraje fue abruptamente interrumpido por el ruido de la flecha en movimiento penetrando al jabalí en la yugular y únicamente haciendo un último ruido: ¡OINNNNNK!
Zarina se detuvo, y con una sonrisa satisfecha por su habilidad está saltaría de alegría.
Tras completar con su casería, Zarina tomaría al jabalí y lo subiría a una carreta de madera pequeña, digamos que tenía una medida de un metro de ancho por dos metros de largo, dicha carreta que ella había traído y dejado a una distancia no tan lejana de dónde estaba le había servido para subir al jabalí y tirando de una soga está tomaría rumbo a su hogar a paso ligero, jalando la carretilla con el jabalí.
Así sin más, abandonaba el tranquilo y frondoso bosque, donde los rayos de sol apenas se filtraban a través de las copas de los árboles, la joven regresaba a la cabaña donde vivía junto a su amado hermano, Daren.
Mientras caminaba por el sendero conocido que la llevaría de vuelta a casa, zarina se sentía inquieta. Había estado ausente durante mucho tiempo y quería darle la buena noticia a su querido hermano Daren sobre su casería. Una sensación de anhelo llenó su corazón, deseaba escuchar la voz cálida de su hermano y darle está buena noticia de su progresó.
Finalmente, la cabaña se diviso a lo lejos, una cabaña de techo de madera y estructura de ladrillos de piedra bastante rupestre y muy cómoda, la casa era de un solo piso, tenía un jardín afuera, rodeada por un cercado de vallas de madera de roble, 2 ventanas, al igual que un granero pequeño donde guardaban las cosas, pequeños cultivos en una esquina y pequeños pavos salvajes recorriendo los alrededores.
Tras acercarse a casa una silueta masculina se veía a lo lejos que poco a poco se iba enclareciendo revelando a la persona que esperaba a zarina, su querido hermano Daren, es un joven de estatura media con cabello corto de color castaño claro igual que su hermana, ligeramente desarreglado ojos verde oscuros y tez clara. Por lo general, viste una camisa crema y lleva un pantalón marrón con botas marrones oscuras, tras verla no pudo ocultar su sonrisa de orgullo y tras verla sus palabras se dejaron escuchar entablando una conversación con su querida hermana.
—jaja... No esperaba que lo atraparas tan pronto, sin duda mamá te enseño muy bien.
—¡Si! Analice, explore y puse en práctica todo lo que mamá me dijo, al final fue una gran tarea jeje.
—Asi veo... ¡Bien! ¡Esta noche la cena va en honor a mamá!
—¡Que bien! Ohh! No olvides guardarle carne para su regreso.
—JAJA así será hermanita, ve a dentro a poner la chimenea y una olla grande de agua hirviendo para empezar a pelar al jabalí, iré preparando todo para cocinarlo
—¡Si! ¡Voy hermanito!
Seguidamente Daren salió al patio vestido con un delantal manchado de salsa, con las manos hábiles y seguras. Este entro a la cocina, era una habitación extra que sobresalía de la cabaña, estaba hecha de piedras grandes y el techo era de madera igual que la cabaña, dicha cocina tenia frente un gran horno donde se cocinaba de alimentos horneados, como la Carne dorada al horno.
El chico sostiene un cuchillo, manejado con destreza. Frente a él, sobre una tableta de picar, cortaba el jabalí con extremo cuidado y elegancia, siempre mostrando una sonrisa por lo que le gustaba hacer.
Con una tranquilidad y concentración notables, el chico comienza a sazonar la carne con una mezcla de hierbas y especias, cuidadosamente esparcidas por todo su cuerpo robusto. Mientras lo hace, es posible percibir el aroma tentador que te hacía agua a la boca.
Zarina observaba a lo lejos a su hermanito con una gran sonrisa, ambos eran buenos ahora en algo, se acercó a él esperando poder ayudarlo.
—mmm eso huele muy bien...
¡Hermanito! ¿Puedo ayudarte en algo?
—Claro, puedes ir poniendo la mesa, es importante tenerla lista para la cena.
—¡Si! Voy a apurarme para ayudarte en lo demás que necesites.
—jajaja tranquila, esto tomara su tiempo de cocción, hazlo con calma y sin lastimarte.
Tras el pasar de dos horas, exactamente en el tiempo de las 6:30 PM la cena ya estaba lista, siendo servida con total exquisitura, toda la mesa quedó llena de comida, desde el jabalí ahumado, arroz, bebida de trigo, salsas y varias cremas naturales que Daren había preparado, ambos tomaron asiento bastante entusiasmados por la cena.
Zarina no podía evitar babear tras ver la comida sabrosa en la mesa, miraba de un lado para otro en toda la mesa mientras esperaba que Daren le sirviera su porción, Daren hacia todo con un total cariño por su hermana, sirviéndole su porción de arroz y carne de jabalí a la salsa, en un plato onto de madera de roble, se lo entregaría y Zarina dejaría ver una sonrisa bastante feliz hacia su hermano, pues el aroma y la presentación era algo esquisito.
Ambos ya tenían servidas sus porciones así sin más, dieron sus primeros bocados, mostrando una expresión de riqueza por la comida, Zarina mantenía una sonrisa tras cada bocado, Daren no era la exepcion, tras probar las delicias que este había preparado no podía evitar no sentirse orgulloso y sonreír, la cena y la vida de los hermanos era como un paraíso hermoso en el que querían estar por siempre.
Pero no todo es color de rosa en esta vida... Tres hombres encapuchados y con máscaras con marcas llegan sigilosamente a la cabaña aislada en medio del bosque. Mientras se acercan, evitan hacer ruido para no alertar a los hermanos que estaban dentro de la vivienda.
Los hombres con máscaras levantaron la mano generando los tres una esfera de energía roja en la palma de sus manos, las tres esferas se unirían y con una potencia sonica serían lanzadas a la cabaña donde un gran sonido de *Blipppppp* sacudió a los hermanos.
La explosión en la cabaña fue devastadora y dejó el lugar reducido a escombros y llamas. El estruendo fue ensordecedor y la onda expansiva sacudió todo a su alrededor. Las llamas se elevaron rápidamente, envolviendo la estructura y creando una densa columna de humo negro que se alzaba hacia el cielo.
Dentro de la cabaña los dos hermanos, quienes no tuvieron tiempo de reaccionar ante el repentino estallido. El impacto de la explosión los lanzó por los aires y los dejó inconscientes. Los escombros y los objetos que antes adornaban en ese lugar que llamaban "Hogar" quedaron esparcidos por todas partes, creando un paisaje caótico y desolador.
A pesar de la gravedad de la situación, ambos hermanos tuvieron la suerte de salir vivos pero muy mal heridos, Daren estaba en un esquina con un poco de madera encima y Zarina tuvo la suerte de quedar en medio de la habitación sin que ningún escombro le haya caído encima.
En medio de ese paisaje desolado, cubierto por escombros y consumido por un intenso fuego, los hombres enigmáticos, cuya figura se camuflaba en la oscuridad del humo. Con sus pasos decididos y firmes los llevaban sin vacilar hacia la Zarina quien estaba tirada en el suelo intentando ponerse de pie, la cábaña devorada por las llamas, aquellos había sido testigos de ese entorno infernal.
Su rostros permanecían oculto tras una máscara que evocaba misterio y peligro,
Ellos hombre avanzaban entre los restos carbonizados y los escombros resquebrajados, como si el caos a su alrededor no representara ningún obstáculo.
En su mano, sostiene una esfera de energía morada. La esfera irradia un brillo pulsante, llenando el aire circundante con un resplandor etéreo. Se puede sentir la energía que emana de ella, una fuerza poderosa y aterradora.
Zarina fue tomada de su camisa por uno de los hombres de máscara, levantada contra su peso, ella no pasaba de luchar y forcejeaf. Sus ojos están llenos de miedo y confusión, pero también de una determinación feroz. El hombre la sujeta con fuerza, su agarre es firme y no muestra signos de debilidad.
Con un movimiento rápido, el hombre empuja la esfera de energía hacia la Zarina , obligándola a comerla. La chica se resiste, pero finalmente, la esfera desaparece en su boca.
La voz de uno de los hombres enmascarado emergió de detrás de su máscara, susurrando desde las sombras con un tono siniestro y gélido.
—Esta hecho, pronto comenzará el despertar de nuestra señora.
Cada palabra que pronunciaba estaba impregnada de una oscuridad palpable, como si las mismas sombras cobraran vida en su voz. Su voz era suave pero llena de un poder intimidante, susurros arrastrados que se deslizaban por la columna vertebral de aquellos que tuvieron la desgracia de escucharlo. Cada sílaba parecía envuelta en un velo de misterio, como si ocultara secretos oscuros y terribles. Sus palabras resonaban en el aire, dejando una estela de escalofríos y una sensación de malestar en aquellos que se atrevían a escuchar, se dirigió a sus otros dos ayudantes enmascarados.
—Ustedes dos, asegúrense que el otro muchacho este muerto.
Daren, herido y exhausto, se levanta con dificultad de entre los escombros. Su cuerpo está cubierto de polvo y sangre, y su respiración agitada revela el cansancio que lo consume. Con ojos llenos de angustia y desesperación, dirige su mirada hacia su querida hermana Zarina, quien se está transformando lentamente en una dragona humanoide, sus dedos se afilaban al igual que sus dientes, y sus ojos se llenaban de una frialdad y un color carmesí.
Un torrente de emociones se apodera de él mientras corre hacia ella, sus piernas tambaleándose por el dolor y la fatiga. Cada paso es un esfuerzo desesperado por llegar a tiempo, por detener la metamorfosis que está ocurriendo ante sus ojos. Sus ojos se encuentran, y en ese instante, ambos se reconocen en medio de la tragedia, los hombres enmascarados estaban listos para asesinarlo, todo pasaba muy lento en ese momento.
La hermana, con lágrimas en los ojos, extiende una mano temblorosa hacia él, buscando consuelo y cercanía en su último encuentro. Es una despedida cargada de amor y dolor, donde el tiempo parece detenerse por un momento. Pero antes de que puedan decir una última palabra, el rostro de la hermana se deforma, distorsionándose en una mueca aterradora.
En un estallido repentino, un potente rayo cae del cielo, envolviendo a la hermana y al hermano en una explosión de energía. El brillo cegador ilumina el lugar, y en un instante, la escena se desvanece en la oscuridad. con el corazón destrozado y el eco de la despedida resonando.
"Es una escena emotiva y trágica, llena de dolor y sacrificio. El hermano queda marcado por la pérdida y la incertidumbre, mientras la explosión lo quemaba, el destino de su hermana y el se desvanece en el misterio"
Continuará...