Nunca te rindas
"No hay fracaso, excepto el de dejar de intentarlo. No hay derrota, excepto la que nos imponemos a nosotros mismos. No hay ninguna barrera insuperable, excepto nuestra inherente debilidad en cuanto al propósito".
–ELBERT HUBBARD
En 1895, Orison Swett Marden, fundador de la revista SUCCESS y autor de Pushing to the Front, expresó uno de los grandes principios del éxito de todos los tiempos. Dijo que hay dos partes del éxito: la primera es llegar a él y la segunda es perseverar en ello. Mi término para este enfoque es "comienza y sigue adelante". La persistencia y la determinación siempre han sido las cualidades más importantes para el éxito. Tan duro como es, casi cualquier persona puede empezar a trabajar. Pero para perseverar contra viento y marea y levantarte continuamente una y otra vez para enfrentar el fracaso y la decepción requieres lo mejor que hay en ti.
Napoleón Hill dijo: "La persistencia es al carácter del hombre lo que el carbón es al acero."
Mientras más persistas, más fuerte serás. Y mientras más fuerte seas, cuanto más serás capaz de persistir.
Persistencia y autodisciplina
Parece haber una relación entre la persistencia y la autodisciplina. La regla es que la persistencia es autodisciplina en acción. Es cuando te fuerzas a continuar, cuando te disciplinas a persistir, cuando todo en ti quiere desarrollar el tipo de carácter que te llevará a superar cualquier obstáculo.
Vince Lombardi dijo: "Los ganadores nunca renuncian y los inconstantes e inseguros nunca ganan."
También existe una relación directa entre la persistencia y las cualidades de la autoestima, el autorrespeto y el orgullo personal. Mientras más te disciplines para persistir en la adversidad, más te querrás y te respetarás, y te sentirás más poderoso.
Poniendo más ideas a tu alcance mental y volviéndolos accesibles para mejorar tu vida y tu trabajo.
También existe una relación directa entre la persistencia y las cualidades de la autoestima, el autorrespeto y el orgullo personal.
Desarrolla la persistencia
La persistencia es un hábito, y como cualquier hábito, lo puedes desarrollar en ti con práctica y repetición. Cada acto de persistencia y autodisciplina fortalece todo otro acto de persistencia y autodisciplina. Cada fracaso de persistencia y autodisciplina te debilita en todas las demás áreas. Todas están conectadas.
Tu mente subconsciente es muy poderosa. En realidad puedes programarla previamente, al igual que programas una alarma, para que suene en la forma que lo desees. Si quieres ser una persona persistente, puedes programar tu mente previamente para nunca rendirte. La manera de hacer esto es sencilla, simplemente te dices: "Sin importar lo que suceda, nunca me rendiré."
Sorprendentemente, tu mente subconsciente lo acepta como una orden, como si hubieras programado un temporizador en tu celular. La próxima vez que tengas un retroceso o decepción que haría que una persona común renunciara, tu mente subconsciente "sonará" y te recordará: "Tú nunca te rindes." Entonces dirás: "Espera un minuto, yo nunca me rindo."
Estás a cargo
Nelson Mandela dijo: "No me juzgues por mis éxitos; júzgame por las veces que me caí y volví a levantarme."
Sólo hay una persona en el mundo que puede evitar que tengas éxito, y eres tú. Si decides que nunca te rendirás, la persistencia pronto se convierte en una respuesta automática a cualquier problema o adversidad. Sin siquiera pensarlo, te levantas –te aguantas, como dicen– y continúas avanzando.
Sabiendo la importancia de la persistencia para el éxito duradero, he practicado esta programación previa en mis hijos a medida que crecían. Durante su vida joven, le dije lo mismo a cada uno de ellos, una y otra vez: "Sé una cosa sobre ti. Nunca te rindes."
Sigue repitiendo el mantra
Sin importar cuántas dificultades o problemas tuvieran, o cuántas veces se decepcionaran de ellos mismos y sus resultados, los escuchaba pacientemente y les decía: "Sé una cosa sobre ti. Nunca te rindes."
Y funcionó. Mis hijos son adultos felices, sanos y con buena autoestima, ocupados y activos con sus familias y sus trabajos, y nunca ser rinden. No es una parte de su modo de ver el mundo. Nunca renuncian.
A cierta edad, ellos asumieron el control de su programación. En lugar de tener que decir "tú nunca te rindes" de forma regular, simplemente se lo decían ellos mismos: "No importa lo que suceda, nunca me rindo."
Sé imparable
Uno de los asistentes a mis seminarios una vez me preguntó cuál creía que fuera la cualidad más importante para el éxito en la vida. Lo pensé por un momento y respondí: "La cualidad de ser imparable."
¿Cómo te vuelves imparable? Simplemente te repites "¡Soy imparable!", una y otra vez. Luego, sin importar qué pase, rehúsate a parar hasta que hagas alcanzado tus objetivos.
Antes, he dicho que un gran punto de inflexión en mi vida fue cuando aprendí sobre objetivos. Poco después de eso, tuve un segundo punto de inflexión. Fue cuando descubrí que es posible aprender cualquier habilidad, cualidad o hábito que quieras para alcanzar cualquier meta que te propongas. Puedes aprender a ser persistente, así como puedes aprender cualquier tema. ¡Guau!
No hay límites
No eres un ser humano estático; eres un ser humano en "proceso". Estás en constante evolución y desarrollo en la dirección de tus pensamientos dominantes. Puedes convertirte en cualquier persona que quieras llegar a ser, con cualquier habilidad o hábito que desees desarrollar. No hay límites excepto los que te impones tú.
Cuando decides ser una persona segura, competente, autodisciplinada y persistente, y practicas y te desarrollas todos los días, no hay límites para lo que puedes ser, hacer o tener en los emocionantes meses y años venideros. Comenzarás a trabajar con confianza y continuarás hasta alcanzar la grandeza para la que naciste.
Un hombre creativo está motivado por el deseo de lograr, no por el deseo de vencer a otros.
AYN RAND