Elías se detuvo a unos centímetros de la fogata, agarro una bolsa pequeña de su sello de almacenamiento, lo arrojo al fuego y dio una pequeña oración en silencio. Pidió la guía del Creador para descubrir su camino y el deseo de felicidad de sus conocidos del continente. Agradeció el encuentro con los Panther Chameleon y deseo la prosperidad de la Tribu. Por ultimo, agradeció seguir viviendo y continuar su vida por largos años.
La pequeña bolsa que el joven uso como tributo contenía dos objetos muy especiales: el cuerpo de un monstruo de clase S, el Vigía de una Existencia Muerta, y la Flor del Génesis. Ambos tributos eran los artículos mas valiosos que obtuvo a lo largo de la semana. Su rareza y dificultad hizo que no lo pensara dos veces para escogerlos como el tributo de la semana.
—Con la finalización del tributo, de nuestro nuevo hermano, da comienzo la fiesta.¡ Diviértanse y festejen este día, mañana será un nuevo comienzo!—dio un aplauso al son de los aplausos de la tribu. Camino hacia Elías, mientras los demás se levantaban, y toco su hombro.—Ten paciencia, muchos deseas escuchar del exterior. Es alucinante para ellos oír fuera de los textos el mundo de afuera.
—Entiendo. Muchas gracias por esta oportunidad. Veo lo difícil que es para ustedes abrir sus puertas de nuevo. No les fallare—susurro.
—Eso espero. Eres la ultima esperanza que tiene la Tribu para volver a la normalidad—contesto, no muy sorprendido. Para esos momentos, el chico comprendía la situación de la Tribu. Dio unos golpes suaves al hombro y empezó a marcharse.—Estaré con unos amigos. Busca a Faram, Vanet, Orelia, o a mi, si necesitas ayuda.
Elías asintió antes de ser rodeado por varios miembros de la Tribu. El frenesí de cada uno por ser el primero en hacer sus preguntas y conseguir respuestas lo abrumaron. Pocas veces reunión una gran atención de la gente. Podía contar con sus dedos de la mano las veces que una gran multitud se acercaba para conocerlo. Agradecía a Raf por sus palabras, hizo que menos Panther Chameleon corrieran hacia él y tuviera que huir en busca de ayuda.
—¡¿Como viven los Panther Chameleon del exterior?!¡¿Hay muchas Tribus o solo una, como nosotros?!—pregunto una chica.
–¡¿Son exactos a nosotros o sufrieron cambios?!¡¿Donde viven ahora?!—siguió el esposo de la Chica.
—...Yo—murmuro Elías.
—¡¿Tienes los mapas de este y otros planetas?!¿Haz surcado todo este universo infinito y mapeado sus estrellas?!¡¿Te interesa estudiar nuestros mapas?!—interrumpió un Chameleon. Se acomodo los lentes que casi se caen y recompuso su compostura.—¿Debes tener una infinidad de distintos mapas? Me encantaría comparar mapas.
—Denme un momento...
—¡Por favor, dejas tus mapas por unos momentos! Mejor averigua que monstruos raros hay afuera.¡ Imagina las posibilidades de obtener un material nuevo! Solo imaginar las distintas armas que puedo crear—sonrió emocionada una Chameleon. No le importaba las miradas cansadas de sus compañeros, deseaba con fervor aprender de nuevas técnicas y materiales para forjar armas.—¡¿Que tantos monstruos haz matado y apuntado?!¡¿Que pides a cambio de materiales de exterior?!¡¿Estas interesado en pedir un arma única y poderosa?!¡¿Te importa si estudio tus ropas y cuerpo?!
—Podrían calmarse...
—¿...Hay Panther Chameleon en el continente de clase S?¿Cuantas clases tiene el gremio?—pregunto un Chameleon un poco mayor.—¿Te interesaría tomar la prueba para medir el nivel del gremio del continente y la isla?
—Oigan, cálmense, no dejan hablar a nuestro invitado—detuvo una Chameleon con la mano. Destacada de las otras mujeres por medir diez centímetros más.—Discúlpalos, es muy raro que tengamos disponible información del exterior. Antes de seguir con sus preguntas, puedes contestarme primero: ¿ que diste como tributo? Me interesan tus capacidades sin restricciones.
Elías tomo un respiro del agobiante ataque de los Panther Chameleon. Agradecía internamente la intervención de la chica y la inspecciono. La mirada de experiencia y análisis en sus ojos arrojaron que su nivel rondaba la clase C: un nivel promedio en el universo que significaba el verdadero inicio de la carrera de un aventurero. Su gran altura, que la diferenciaba de las demás chicas, no llamo tanto su atención, ya que su rasgo mas característica era la cicatriz en su mejilla derecha. La peculiar marca en su cara no podía ser hecha por un monstruo cualquiera, debía ser uno muy inteligente, especializado en ataques veloces y letales, equipado con extremidades filosas y con mucha experiencia.
—No hay problema, ehh...
—Trichi, ese es mi nombre. Mucho gusto, Héroe.
—Muy bien, Trichi, comenzare contigo—dijo Elías. Observo como todos guardaban silencio para escuchar y percibió la gran atención de los adolecentes.—Ofrecí una Flor de Génesis y el cadáver completo de un Vigía de la Existencia Muerta.
—¡¿Como?!—exclamaron todos con rostros de sorpresa e incredulidad.
Elías no los culpaba por la reacción, un Vigía de la Existencia Muerta es un ser capaz de destruir un piso por completo y la Flor de Génesis nacía en una parte de la mazmorra o del universo azotada por la energía de creación durante millones de años y de forma natural. Pocos, por no hablar de un grupo muy selecto del piso, son capaces de reunir ambos productos sin morir y en solitario. No imaginaba la cantidad que vivía en la isla con tales capacidades.
—¡Tú! Sé que eres el Héroe y no dudo de tus capacidades. ¿Como?—pregunto Trichi anonadada. Se acerco al rostro de Elías en busca de respuestas.—Dejando de lado la Flor de Génesis, vencer y obtener el cuerpo de un Vigía de la Existencia Muerta es inconcebible. Si no sufren daños irreversible por el combate, ellos se autodestruyen para erradicar todo a su paso. ¿Como hiciste para impedirlo y que su energía no llegara hasta aquí? Si bien, nosotros no podemos salir de la isla o enterarnos de los acontecimientos que ocurren en el exterior, su energía traspasa la barrera.
Elías anoto ese dato interesante. La barrera debería de impedir toda interacción con el exterior. Que la energía de los Vigías traspasaba la barrera, significaba que debió usarse en su creación y por eso no lo toma en cuenta. Además, la correlación entre la barrera y los Vigías podría ayudarle a crear una llave que desactive o le permita salir de la barrera. No sabia cuando necesitaría volver al continente para resolver algunos asuntos inconclusos y aclarar el misterio de la isla.
—Puedes alejarte un poco, estas muy cerca.
—...Oh, disculpa. Escuchar que alguien conservo el cuerpo de un Vigía me emociono—dijo mientras se apartaba un poco. Parecía que el Héroe no estaba acostumbrado a un acercamiento de este estilo.—No entiendo como funciona en el continente, pero aquí es imposible obtener un cadáver en perfecto estado de un Vigía. Ellos tienen tantos mecanismos para prevenirlo que no hay ningún individuo conocido que logre esa hazaña.
—No hay problema, yo también he actuado así—hablo sonrojado. No estaba acostumbrado a tener el rostro de una chica cerca. Anotó ese fallo en su mente para solucionarlo lo mas pronto posible.—En cuanto al Vigía, tuve suerte. Aproveché el momento que expuso su núcleo para atraparlo y soportar su explosión con mis manos.
Elías alzo la ceja por los rostros impactados de sus oyentes. Unos segundos después, abrió sus ojos al darse cuenta de su error. Soportar la energía expulsada de un Vigía de la Existencia Muerta con el cuerpo es distinto de hacerlo con las palmas de la mano. La resistencia y fuerza de esas criaturas devastadoras de existencias se quintuplicaba a la hora de morir, en busca de impedir que sus enemigos escaparan y bloquearan su autodestrucción.