"Realmente lo es, ¿no es así?" dijo el Sr. Ollivander haciendo que T/n saltara. "Bueno, entonces saca la mano de tu varita, por favor" T/n sacó su mano derecha.
Ollivander lo miró por un segundo ligeramente divertido "¿Qué?" Dijo T/n sonando molesto. "Dije tu mano de varita, Sr. A/p" "Esta ES mi mano de varita" Dijo (T/n) "Ya sabes, con la que escribo".
"Curioso" murmura Ollivander. "¿Qué es curioso?" cuestiono T/n. "Ocasionalmente, la mano de la varita de un mago o bruja puede no ser la mano con la que escriben", dijo Ollivander. "Oh" fue todo lo que T/n pudo decir, mientras extendía su mano izquierda.
"Prueba este" T/n agarra la varita y de repente se rompe una olla. "No, no" dijo Ollivander arrebatándole la varita. "¿Que tal este?" Esto continuó durante un rato en silencio con Ollivander dándole una varita a T/n y luego arrebatándola casi instantáneamente.
"Espere aquí Sr. A/p. Creo que tengo una en la parte de atrás que le ira bien". Ollivander caminó hacia la parte trasera de la tienda fuera de la vista de T/n. "Bueno, entonces eso salió bien" (T/n) dijo a nadie en particular. "Estoy seguro de que encontrarás uno" dijo una voz tímida detrás de él.
T/n se dio la vuelta para ver a un niño escuálido con cabello negro azabache desordenado y anteojos redondos. "Oh, gracias" tartamudeó (T/n) completamente sorprendido. "¿Tú también eres de primer año?" "Sí, lo soy" dijo el chico. A juzgar por la forma en que miraba a su alrededor con una mirada ligeramente compuesta de miedo, un poco de asombro. (T/n) asumió que nació de muggles. "¿Es la primera vez que ves todo esto?" preguntó (T/n) moviendo su mano levemente hacia la calle. "¿Es tan obvio?" "Bueno, digamos que te pareces un poco a un ciervo a la luz de los faros" respondió (T/n) ganándose una risita del chico.
"Bueno, aqui tienes" dijo Ollivander regresando de atrás sosteniendo una caja muy vieja y polvorienta. "Wow, parece que realmente obtuve a la que nadie quiere", dijo T/n en voz baja, una vez más haciendo reír al niño. "Ahora, no te dejes engañar por las apariencias, esta varita es una varita muy vieja, incluso más vieja que yo". explicó Ollivander sacando una varita adornada. "Madera de cerezo y 14 pulgadas y media de largo, una varita vieja que ha estado en esta tienda durante mucho tiempo buscando el dueño correcto. Y creo que eres tú". dijo poniendo una pausa entre cada una de las palabras en la última oración para enfatizar.
"Sí, ambos no somos deseados" murmuró T/n recibiendo una mirada de Ollivander. T/n tomó la varita en su mano izquierda y sintió un extraño calor fluir por su brazo y a través de su cuerpo. "Curioso muy curioso" murmuró Ollivander "¿Qué es?" preguntó T/n obteniendo solo silencio del viejo fabricante de varitas. De repente T/n se dio cuenta de algo: "Nunca dijo cuál era el núcleo, señor". Ollivander simplemente lo miró, guiñó un ojo y se tocó la nariz y se volvió hacia el otro chico. T/n tomó eso como su señal para irse. Dejó la misma cantidad de dinero que su hermano en el mostrador, le dio al otro chico una sonrisa tranquilizadora y un pulgar hacia arriba, y se fue.
Al salir de la tienda se topó con una chica. Una chica con cabello tupido castaño. "Oh, lo siento mucho" Dijo T/n frotándose la nuca. La ayudó a recoger sus libros y le dedicó una rápida sonrisa. "Una vez más lo siento" "No te preocupes por eso" dijo la chica, "fue agradable verte de nuevo" dijo mientras se alejaba.
T/n la observó mientras se alejaba. "¿La he visto antes?" Pensó "qué raro, pensé que recordaría a alguien así" T/n se encogió de hombros y siguió caminando recogiendo su túnica y sus libros, un caldero e ingredientes para pociones.
Se encontró frente a una tienda de mascotas. "Me sobra un poco de dinero", pensó, "y sería bueno tener una mascota. Tal vez una lechuza para enviar cartas a la gente". T/n entró a la tienda mirando las jaulas esparcidas alrededor de la tienda, tomando precauciones para rodear a las serpientes. Dios, las serpientes eran raras. Finalmente la vio. En la pared trasera de una jaula había un extraño búho de color verde oliva.
El tendero le dice que mire a la lechuza. "Ese es un búho raro que es", dijo, "único en su clase que hay de búhos. En todos mis años, y ha habido muchos años, nunca vi una lechuza tan tranquila, de un color extraño. Color extraño. Y increíblemente brillante también".
Después de su conversación con el tendero, quien (T/n) podría decir honestamente que tenía el dialecto más extraño que había escuchado. Compró la lechuza y se fue a buscar a su familia.
"Creo que te llamaré Olivia", le dijo a la lechuza, quien ululó alegremente en respuesta. "Lo tomaré como un "me gusta" entonces" respondió acariciándola debajo del pico.