Chapter 3 - Capitulo III

"¿Qué debo hacer ahora?", me pregunté luego de calmarme, mientras contemplaba con mirada perdida el mismo lugar, una vez más.

Duele, aun siento el ardor en toda mi piel, morí desollado, morí en una trampa para ratas, morí como una rata en medio de la nada.

sniff… sniff

 "esto se está volviendo poco a poco muy tedioso y estúpido" concluí. Evidentemente era fútil entablar dialogo alguno con las personas de este mundo, puesto que temen de mí, aunque intentaba entender lo que estaban hablando, resultaba muy infructuoso, solo escuchaba sonidos balbuceantes. Aunque ciertas palabras se repetían mucho como Keiros, Keiros… 

esta bien no caigamos tan rápido en la locura, tal vez haya muerto y repetido el mismo día cuatro veces, solo tengo que pensar en algo, para escapar de este bucle… 

El cielo esta bonito, aunque apagado, como si fuera a llover, pero bonito.

intentemos una vez más, no podría ser peor…

entonces recapitulando, morí unas dos veces más repitiendo las dos mismas rutas que conocía hasta ahora, pero fue infructuoso, apenas cambiaron ciertos detalles, pero las cosas no cambiaron mucho…

En el tercer intento, paso lo mismo, solo que esta vez intente luchar con los asesinos, usando la cuchilla que tenia uno de los mocosos, pero apenas entre, mi cortaron la garganta, no pude ver quien de los dos fue.

En el cuarto intento, trate de pasar a través de las guardias, pero estás lograron alcanzarme y asestarme varios cortes, y morí.

En cuanto a la anciana de los protuberancias, parecía un NPC, no hacía mucho y lo poco que hacía era tan repetitivo.

Me rindo con esto.

no quiero sacrificar mi sanidad mental por unos extraños, pero…

¡agh!

No encuentro otra forma para poder salir de este lugar, todo me puede matar aquí, pero hacer nada no es una opción, pero exponerme de manera tonta a un mundo tan desconocido para mi tampoco.

Se seguía repitiendo mucho la expresión Keiros, Keiros… me llegue a hostigar de ello

¿Qué podría ser esto? ¿Podría "Keirus" ser alguna palabra que se refiere a extraños como yo? Si es así, ¿por qué temerían tanto a un forastero? O tal vez sea algo más. Puede ser que lo que temen sea lo que viene de fuera de los muros de esta ciudad.

"Ya no importa", dije mientras me incorporaba y comenzaba a pasear por el cementerio, tratando de descubrir qué otras opciones tenía.

Vamos a ver que puedo encontrar en este cementerio.

"Todas las lápidas lucen exactamente iguales, aunque la mía es la única que tiene velas y ciros por todas partes, especialmente esa vela de flama azul."

"¿Esa vela? Es muy peculiar entre los demás. Quizás haya algo que pueda descubrir sobre ella", dije mientras regresaba a la tumba.

Comencé a inspeccionar más detenidamente esa vela, aunque lo único que encontré fue que su llama era diferente de muchas otras, solo eso.

Quizás la llama se debe a una reacción química o que se yo

"Se ve unos centímetros más pequeña", murmuré para mí mismo. Quizás estoy imaginando cosas, ya que apenas le presté atención a este objeto antes. Tal vez siga siendo la misma.

"¡Ahg!" supire con desgano

"quiero volver a casa"

Hubiera deseado que en verdad fuera un sueño.

Entonces continúe explorando la otra parte del cementerio que no había visitado con anterioridad y me percate que, aunque muy similares entre sí, esta parte tenía algo distinto, había menos lapidas, y estos estaban muy separados entre sí.

También había pabellones y mausoleos.

Algunos mausoleos exhibían marcas distintivas en sus entradas; quizás estas tumbas pertenecieran a personas de renombre o algo por el estilo, aunque, en última instancia, no parecía ser algo que hiciera una gran diferencia.

Total, todos están muertos.

 Continué mi recorrido y me encontré con un mausoleo particularmente único en comparación con los demás.

 Este era el único que estaba alejado de los demás, incluso mostraba signos evidentes de abandono, con sus paredes agrietadas donde el moho y una cierta vegetación habían comenzado a crecer.

El resto estaba bien cuidado, pero este no.

Además, había una pequeña capilla ubicada unos metros más atrás más atrás.

"La entrada está dañada", pensé. Tal vez fue víctimas de saqueadores.

 Creí que no había nada que perder al echar un vistazo, así que me aventuré adentro. Fue entonces cuando me di cuenta de que, aunque por fuera parecía ordinario, este mausoleo tenía algo especial en su interior. Sus paredes estaban decoradas con una gran cantidad de símbolos extraños. 

"Bueno, me voy de aquí", murmuré, cagado de miedo

"niah!" "niah!"

 de repente escuché el maullido de un gato.

"¿Un gato? ¿Dónde?" giré la cabeza en todas direcciones, tratando de localizar el origen de esos sonidos. Mi mirada finalmente se posó en un lugar detrás de un sarcófago, así que me acerqué y empecé a palpar el suelo.

 Finalmente, descubrí un espacio en el suelo donde la brisa parecía pasar, encontré pasadizo secreto.

Concretamente su entrada

"Debe de haber algo abajo", susurré. Ahora, el problema era cómo mover esta tapa. 

Intente alzarla, pero estaba atascada

Tal vez debiera intentar destruirlo con mi propio peso, saltando sobre ella hasta que ceda, aunque no estaba seguro si eso era una buena idea.

Momento, ¿en verdad hare algo tan arriesgado por un gato?

"niah!" "niah!"

¡Al diablo!, igual puedo volver a repetir (es broma, tengo miedo de morir, la muerte no es un juego).

Entonces empecé a dar pequeños saltos para aflojar primero, a medida que saltaba mas veces y con mayor intensidad, sentí como el suelo cedía poco a poco hasta que finalmente el suelo colapso y me llevo consigo a sus profundidades.

"Ay mi trasero!! Ay ay ay…. Duele" exclame mientras me sobaba el trasero.

milagrosamente no era tan profundo, además caí sobre este montículo de tierra que aligero el impacto. Ahora bien, me incorpore, aunque un poco adolorido pero resuelto a buscar de donde provenía aquel sonido.

Cuando alcé mi mirada en la débil claridad proveniente del hueco de arriba, solo pude distinguir ciertas estatuas pegadas en las paredes y más allá, la vegetación que parecía crecer en todas partes, a pesar de que la luz no había tocado este lugar en mucho tiempo.

Seguí avanzando, mientras palpaba las paredes, utilizándolas como guía en esta ciega oscuridad.

Finalmente, me encontré en unas catacumbas inusuales adornados con velas, y en su centro, un sarcófago iluminado por las tenues luces de las velas.

Algunos pasillos tenían antorchas, como si alguien hubiese estado aquí con anterioridad

"¡Más marcas y signos extraños!" comente.

"Extraño, parecía que este lugar estaba completamente abandonado, pero viendo que hay velas y antorchas encendidas, parece que alguien ha venido aquí todos los días", concluí mientras mi mente se llenaba de preguntas sobre quién o qué podría estar detrás de este misterioso lugar. 

"te equivocas, de hecho, las velas has estado encendida desde haca mucho tiempo gracias a la magia"

¿Una voz? ¡¿De dónde ha venido?! Creí que este lugar estaba despojado de toda forma de vida. 

"ey! ¿quién hablo?" pregunte temeroso. "aquí abajo, tal parece que no te has dado cuenta que has entrado en mi morada de reposo"

"que acaso eres un fantasma?" pregunte "no seas tonto muchacho, acaso estas ciego o qué? Mira abajo" respondió la voz con tono reprendiente. 

Entonces procedo a inclinar mi mirada hacia el suelo y veo un gato grande y con una gran cola peluda, de cara redonda, observándome con sus penetrantes ojos.

"¿Un gato?" murmuré. "No soy un gato cualquiera, humano", replicó. "hablo?! ¡El gato habló!" anuncie con asombro "vaya tal parece que eso te sorprendió demonio" "¿Por qué me llamas demonio?" le pregunté. "¿Acaso no te has dado cuenta de tu aspecto?" cuestionó. "¿A qué te refieres con eso?" le pregunté.

"¡Mira!", el gato señaló un tazón de agua ubicado junto a una vela, justo encima del sarcófago "Échale un vistazo y dime lo que ves". Decidí hacer lo que me ordenó. Al acercarme y mirar mi reflejo a través del agua, quedé atónito al ver la imagen de un ser resucitado, lleno de protuberancias y pústulas, además de unos puntiagudos cuernos.

"¡Oh Dios mío!" exclamé mientras me apartaba de la imagen espantosa en el agua. "¿Qué ha pasado conmigo?" Las preguntas se agolparon en mi mente mientras intentaba comprender la extraña transformación que había sufrido en ese lugar misterioso.

"Eso mi huesudo amigo, eres tú, un demonio de la plaga", me respondió de manera enfática. "Aunque eres un tanto diferente al demonio de la plaga convencional, posees conciencia propia y autonomía" 

"¿Acaso eso es inusual?", pregunté. "Bueno, comúnmente son seres que comparten una mente colmena, comunicándose todos entre sí de esa manera. Además, tus ojos son de un azul resplandeciente, algo muy poco común, ya que la mayoría, o, mejor dicho, la totalidad de ellos, tienen ojos rojizos." Respondió.

"Definitivamente, eres inusual, extremadamente inusual", concluyó

¿Entonces el felino me miro detenidamente y pregunto "que hace un demonio de la plaga en un lugar como este?" "ya te he dicho que no soy un demonio, soy humano" "si bueno lo que digas" "que hace un gato viviendo en una cripta?" le replique.

"Es una larga historia, pero para abreviarla, mi antiguo amo me selló aquí para siempre, ya que representaba una molestia para él, o algo así," explico. "Debiste de haber hecho algo malo para recibir dicho castigo," supuse.

"Qué va, simplemente no estaba en sus planes seguir a su lado. Entonces, humano, ya respondí a tu pregunta, responde a la mía," replico.

"Bueno, realmente no sé cómo aparecí aquí. Lo último que recuerdo es que estaba durmiendo en una cama de hospital y luego aparecí aquí, en este cementerio," respondí. "Quizás morí y ahora estoy en una especie de limbo o algo así, la verdad no lo sé."

"Pero te ves más vivo que nunca, además no creo que Azulaia sea ese lugar que supones" observó el gato. "así que este lugar se llama Azulaia?" murmure, "bueno el mundo en sí, pero este lugar, en si pertenece a uno de los siete reinos humanos de la última resistencia, Castia" me contesto mientras lamia su pata "así que efectivamente si estoy en otro mundo, otra época "finalice.

"En fin, ¿por qué sigues aquí?" pregunté. "Pues, como te contaba, fui sellado," continuó el gato. "Y aunque quisiera, sería casi imposible salir de aquí, ya que los sellos me mantienen encerrado aquí, ves..." El gato respondió mientras levantaba una de sus patas para mostrarme una especie de barrera invisible que le impedía salir. 

"es una magia de sellado muy poderosa, y en mi estado actual no puedo hacerle una grieta a esta barrera" "y existe alguna forma de romper esa barrera?" "claro que la hay, solo tienen que deshacerte de los sellos, entre más sellos elimines, más débil será la barrera, y así poder salir de aquí" explico.

 Me le quede viendo por un momento. "si te saco de aquí, me ayudaras con lo que te pida?" "bueno eso depende del tipo de tarea" replico. "el tipo de tarea que requiera servirme como protector?" "bueno será difícil, en mi estado actual pero ahí veo que se le puede hacer" concluida nuestra charla me incorporé y emprendí la misión de borrar cada sello que había en este lugar.

"disculpa…este" "llámame Elias" "señor demonio Elias, como va hacer su cometido" pregunto intrigado. "pues nada más, necesito usar la fuerza bruta", "si bueno eso no responde a mi pregunta…"

Ahora bien, la mayoría de los sellos estaban tallado en la pared, viendo que son muchos va a ser difícil destruir uno por uno…

"Una pregunta, señor gato...", inquirí.

"Llámame Simba", respondió él. "Simba, ¿estos sellos tienen alguna especie de protección?" cuestioné. "¿A qué te refieres?" replicó Simba.

"Me pregunto si estos sellos pueden ser alterados al tocarlos, o si hay algo que lo impida", pregunté con curiosidad.

"Ah, en realidad, los sellos son simplemente símbolos imbuidos con magia que necesitan de un catalizador para poder retener esa magia y usarla, pero ninguno de ellos posee autoridad propia, ya que son como piezas más pequeñas de algo más grande; eso sí, si destruyes uno saldrás herido por la repentina liberación de magia", explicó Simba. "Entiendo, así es como funcionan, ¿verdad?", reflexioné.

"Exacto. Depende del tipo de sellado y su catalizador; algunos requieren menos símbolos, pero necesitan un catalizador resistente, otros en cambio no, etcétera. Por qué preguntas?" concluyó Simba.

"Solo quería asegurarme", le respondí, acercándome a uno de los sellados y palpándolos con delicadeza.

Luego, recogí una piedra del tamaño de mi mano del suelo y la lancé para que se rompiera. Acto seguido, recogí los fragmentos y con uno de sus lados comencé a tallar la pared de uno de los sellados.

"estas seguras de que tu plan funcionara? Como te explique es bien difícil destruir los sellos, aunque no haya algo que lo impide, son símbolos tallados en una pared, si los sellos fueran de papel, tal vez podrías destruirlos, aunque eso si te lastimarías en el proceso luego de que estos estallen" el gato sigo balbuceando palabras, pero no le preste atención

"puedes hacer silencio" "está bien, tomate todo el tiempo del mundo para destruís un sellado de piedra, yo solo me quedare aquí, quietecito".

El sonido de la piedra al impactar contra la pared y el ajetreo de quien trabajaba eran los únicos sonidos que se escuchaban en ese oscuro lugar, creando la sensación de que alguien estaba realizando una labor de excavación.

Pasado ya un buen rato, el sonido ceso. "ya acabaste, si que te tomo tiempo, dime lograste destruir los sellos" "no" *UF UF UF UF *

"vaya desperdicio de energía y tiempo" "no lo es" "a que te refieres" "mira bien gato gordo, observa con detenimiento jejje" 

"la barrera esta… débil!" exclamo atónito el felino amigo "pero ¡¿cómo?!" continuo "no hacía falta destruir los símbolos, solo cambiar un poco su forma" le respondí "ohh!! ¡¡Qué maravilla!! Con eso el sellado no funcionara de buena manera, sino que la energía mágica imbuida en el no explotara, ¡¡eres un genio!!"

"ahora simba, comprueba si realmente resulto" comandé al gato, "¡enseguida jefe!" afirma el gato mientras alzaba su pata delantera y atravesaba la barrera como si fuera una oruga saliendo de su muy delicada crisálida.

"ha funcionado de maravilla sirviente de la plaga" exclamo con alegría el bigotudo gato, "porque me sigues llamando así, te he dicho que me llames Elias" le respondo. "mi disculpa sirviente" "da igual"

Ahora que el gato estaba afuera, tengo que aprovechar pedirle ayuda con esa cuestión.

"ahora que te he liberado, me debes un favor" "oh claro que sí! Seria muy deshonroso de mi parte no devolverte tal cosa, así que pídeme cualquier cosa, siempre que este en mi poder hacerlo, claro está" concluyó el gato.

"está bien, pero primero salgamos de aquí y lo discutimos allá afuera" le respondí.

Aquí tienes el texto corregido, mejorado y con más detalles:

"Sin embargo, me encontré en la necesidad de escalar la pared de este lugar mientras llevaba al gato en mis hombros.

"Disculpe, señor Elías, ¿qué está haciendo?" preguntó alguien sorprendido.

"¿No lo ves? Estoy tratando de escalar la pared para llegar a la salida por el tragaluz. Así que, por favor, sube a mis hombros", respondí con determinación.

"Pero... ¿para qué? Hay una puerta justo allí", señaló. 

"¿Qué dijiste?" pregunté, desconcertado.

"Una puerta" respondió.

"Espera un momento... ¿había una puerta?" exclamé, asombrado "Claro que sí. Está justo doblando en la esquina. Allí encontrarás unas escaleras que te llevarán hacia la puerta. De hecho, la entrada se encuentra debajo de la capilla que está a unos metros de aquí", explicó. 

"No puede ser... ¿en serio?" exclame fastidiado

"asi que entraste por lo que se supone era la salida de emergencia de esta cripta"

"asi es! No sabía que había una puerta"

"Aunque, pensándolo bien, podría estar sellada desde el otro lado, por lo que podría ser difícil abrirla", añadió con preocupación.

"¿Sellada con la misma magia?" pregunté, intrigado.

"Oh, sí", asintió.

No podía creerlo. Desde un inicio había un lugar por donde entrar, aunque bueno viéndolo bien, tendría que deshacer el hechizo sin saber que había uno, por ende, hubiera perdido mi tiempo de todos modos.

"bueno intentémoslo" finalice.

Luego de salir de aquel lugar, simba comento lo siguiente. "tal parece que ya estamos en esa época del año" "a que te refieres?" "oh cierto, no recuerdas nada de este lugar?" "mas bien no se nada de este mundo" "así que no es mentira eso de que realmente eres un humano de otro mundo" "es cierto, digo, no soy muy bueno mintiendo ni creando cosas tan complejas fuera de mi mente, da mucha pereza"

"Ah, entiendo ahora. La Fiesta de los Caídos, eso es a lo que me refería", dijo con un tono sereno.

"¿Qué tipo de fiesta es esa?", pregunté, curioso.

"Bueno, como su nombre indica, es aquella en la que se conmemora a quienes fueron consumidos por la plaga. Padres, hijos, hermanos, tíos y más, todos aquellos que perdieron su humanidad luchando por la misma humanidad", explicó Simba.

"¿Y qué pasa con las mujeres?", pregunté, intrigado.

"La plaga no afecta realmente a las mujeres, aunque su capacidad para concebir se ve afectada significativamente", respondió.

"¿Así es, ¿eh? Bueno, bueno es algo triste, ¿no?" "por eso muchas optan por no tener hijos, aunque no se cuanto haya cambiado la cosa durante estos treinta años que pase sellado" concluyo simba "bueno, dejemos eso para después. Tengo que pedirte algo", comenté mientras cambiaba de tema.

"Ah, sí, el favor", asintió con atención. "¿Y cuál es ese favor?", preguntó con curiosidad.

"Ayúdame a salvar a unas personas, por favor", le pedí.

"Vaya, eso sí que es sorprendente", comentó. "¿Por qué?", continuó.

"Bueno, ¿eres una bestia con magia, ¿verdad? Peleaste junto a vuestro legendario héroe, por lo tanto, has de ser poderoso, ¿cierto?", afirme.

"En eso no te equivocas", respondió. "Sin embargo, has olvidado que te mencioné mi falta de poder debido a mi encierro", añadí.

"Pero, ¿existe alguna forma de recuperar fuerzas, cierto?", preguntó con interés.

"¡Claro! Solo necesito consumir la magia de otros seres con poder mágico. 

"Por ejemplo... tú"

Aunque no quería desconfiar de él, tenía un presentimiento de que me pediría algo así. 

No se qué decisión tomar. 

Él mencionó que era un tipo de demonio muy distinto entre muchos, por lo tanto, imagino que mi poder mágico debía de ser un banquete irresistible para esta criatura. 

Tengo que encontrar algo que se asemeje a mi poder.

Cualquier cosa con magia funcionará.

"Tienes ojos azules, por ello eres muy distintos a los otros demonios" fue lo que me dijo allá abajo.

" Un momento, Simba, ¿existen de manera común llamas de color azul en este mundo?", pregunto tratando de conseguir algo de información.

"¿Llamas de color azul dices? Vaya, sí que estás lleno de sorpresas, sirviente Elías. ¿Por qué haces esa pregunta?" preguntó Simba muy curioso.

"Solo quería saber, por simple curiosidad", mentí, tratando de ocultar mis verdaderas intenciones. 

"Bueno, respondiendo a tu pregunta, efectivamente, las llamas azules son un tipo de magia único. Consumiendo un poco de su energía, me bastaría para restaurar al menos la mitad de mi poder o más", respondió, revelando la valiosa información que necesitaba.

"entonces ven conmigo, se donde puedes conseguir una" le dije.

 Al caminar de regreso me encontré con unos cuervos encima de mi tumba, aunque estos se alejaron al verme.

"y bien que, esclavo Elias? ¿Dónde están esa supuesta flama azul?" me pregunta con afán el gato, " aquí mira" digo mientras le señalo a Simba el ciro de flama azul que estaba encima de mi lecho.

"No puede ser, ¡es real!" exclamó Simba, asombrado. "Hacía mucho que no veía una", continuo. "¿En serio? Bueno, la cosa es que estaba justo aquí cuando desperté, había una vela con una llama azul justo encima de la lápida, al lado de otras más comunes", le expliqué con detalle.

"Cuando noté que era rara, pensé que podría deberse a alguna especie de reacción química o algo así", proseguí mi explicación. "Dime, esta lápida te pertenece, ¿no?" pregunto, buscando confirmación.

"Bueno, aunque parece mentira, lleva mi nombre, aunque realmente dudo que sea mía", admití.

"Ya veo… entonces", dijo mientras se subía a la lápida. "Veamos si sabe igual como la recuerdo" comentó, y procedió a consumir la llama. Mientras lo hacía, las demás velas se apagaron y una marca en la frente del gato comenzó a brillar de forma cegadora, lo que me obligó a apartar la vista.

"Es muy brillante, ¿me quieres dejar ciego?" bromeé mientras parpadeaba tratando de recuperar mi vista.

"Listo", dijo antes de que recuperara completamente mi vista. El gato yacía a mi lado. Entonces, volví a ver la vela y noté que la llama no había sido consumida por completo.

"¿Por qué no te la comiste por completo?" pregunté intrigado.

"No es necesario. Con un poco pude recuperar el poder necesario para poder ayudarte, además hay que dejar algo para después", explicó Simba.

"Por cierto, no te olvides de traer esa vela contigo y guárdala en un lugar seguro, ¿entendido?" le recordé.

"Ah… entendido", asintió, aceptando la responsabilidad de guardar la vela en un lugar seguro. Aunque tengo mis dudas, como llevo la vela conmigo.

"que no te de pena, la flama no te quemara, aunque igual puedes apagarla y luego volverla encender, ya que de por si todo lo que conforma es mágico, parece" respondía mis dudas. Bueno, si es así, entonces no tengo nada más perder.

apague la flama y traje la vela conmigo, aunque no teniendo nada conmigo en donde que cargarla, la llevare en la mano.

"ahora que he recuperado mi poder, puedo cumplir vuestra petición como buen ser generoso que soy ante seres de menor categoría como tú" dijo con el mismo tono despectivo. Diablos ante amaba a los gatos, pero esta bola de pelos me esta hace pensar lo contrario, doy gracias que los gatos de mi mundo no hablan, porque sería un martirio.

"bueno nos vamos" "no obstante tenemos que hacer algo con vuestra apariencia demonio Elias" sugirió. 

Vaya ahora está siendo creativo con los nombres. "que vas a hacer?" le pregunte, "solo quédate quieto, si" me dijo mientras me miraba.

Lo quede mirando mientras se preparaba para saltar…

Aug!

"me mordiste?!" "solo fue un pequeño rasguño y no seas tan llorica esclavo y agradéceme, con esto nadie más te temerá" "a que te refieres con eso gato gordo?" 

"mmm gato gordo, que grosero" dijo simba mientras se alejaba de mi "ey espera a donde crees que vas?! Aun me debes el favor" le grite.

"que esperas entonces, esclavo?" maulló de manera déspota mientras seguía avanzando, dios como odio a esta bola de pelo, aunque es peludito y suavecito.

"ey espera que haces?" me siseo mientras lo cargaba en mis brazos "te ordeno que me sueltes ahora mismo demonio tonto" me exigió, pero yo le ignore.

"quien es un peludito gatito, quien es un peludito gatito" le dije mientras le acariciaba la cabecita y su barriguita. "detente!… ay se siente bueno, digo… detente! ay, ¡detente o te muerdo!" 

Al final de unos aruñazos y mordiscos, seguimos con nuestra misión, no había tiempo que perder, si exitista la posibilidad que con la ayuda de este gato pueda salvar de aquel destino cruel, a esos niños, lo hare. Aunque viendo como fueron conmigo no lo haría, si no supiera la razón por la cual los ciudadanos de esta tierra temían de mí, jamás les hubiera ayudado.

En fin.

Ahora, estando cerca de la salida, Simba me pregunta: "¿En serio vas a entrar a la ciudad así?" 

"Así como..." le respondo con duda.

"Así desnudo", me dice.

"¿Qué... en serio? ¿Por qué no me lo dijiste antes?" le grito con vergüenza.

Ahora, ¿qué voy a hacer? Puede que ahora teman al ver mi "hermosura" (broma), pero hablando en serio, sería muy inapropiado de mi parte mostrar mis vergüenzas de esa manera a diestra y siniestra. Si me ven así, es probable que me den una paliza.

"¿Qué sugieres hacer?" le pregunto, buscando desesperadamente una solución.

"Ni idea, a mí no me mires, yo solo soy un gato", me responde, apartándose por completo de la cuestión.

¿Ahora qué hago?, donde podre encontrar una muda de ropa para poder vestir? Quizás si la tomo de alguna parte de, es inútil, ahora que recuerdo, la mayoría de puertas están selladas y solo las que hay.

Y si…

"Ojalá no me maten por esto", murmuré con desánimo mientras contemplaba mi situación.

"¿Cuál es tu plan?" me preguntó Simba, curioso.

"Oye gato, entonces, ¿si me veo como una persona normal?" le pregunté, buscando saber cómo veía.

"A ver, ¿a qué va todo eso? Bueno da igual, respondiendo a tu pregunta, luces como un tipo cualquiera, aunque eso sí, estás calvo y narigón. Además, tienes unos ojos que dan miedo, pareces un secuestrador de niños, y tu altura no te favorece; te hace ver muy intimidante", concluyó Simba, destrozando mi autoestima con su no tan alentadora descripción.

"Gracias por tu no tan amable descripción de mi persona", respondí sarcásticamente.

"El gusto es mío", terminó con una sonrisa en su cara felina, dejándome un tanto herido, pero también con una mueca de humor ante su sincera sinceridad.

Aunque este cuerpo no sea completamente mío, sí que se asemeja bastante a mi verdadera forma, aunque soy un poco más pequeño y demasiado velludo, pero el resto es casi parecido ligeramente.

"ojalá funcione"

"iré a preparar más te" finalizo mientras se desvanecía por una de las puertas traseras de la casa.

"dios eso fue muy…de ella" bufo Soni mientras se reclinaba en la mesa, encima de sus brazos; "la verdad, siento que le afecta el hecho de que sus dos amigas ya no son más que extrañas para ella" "llevamos cargas totalmente dispares entre sí" exprese mientras dejaba él te sobre la mesa.

Ambas nos quedamos esperando a que Moni apareciera, aunque sé que ella esperase que nuestra estadía fuera más prolongada, me temo que tendré que pedirle que no necesitamos más te.

"sí sé que demora" soltó Sonia, impaciente de esperar tanto.

"tienes razón, porque…"

KYAHHHHHHHH!!

"QUE SUCEDE?!" di un súbito salto y me encaminé a galope para ver si Moni estaba bien.

"¡Un pervertido! ¡Hay un pervertido desnudo!" exclamó la misma señora que conocí en mi bucle anterior. Vestía la misma blusa lisa de varios colores y una falda estampada de color blanco, además de una capota que cubría su cabello castaño y liso.

"Por favor, escúcheme, señora, no me malinterprete. No estoy así porque quiera", confesé, tratando de explicar mi situación.

"¡Ey, tú, morboso de mierda! ¿Qué haces acosándola?", me reprendió la guardia de cabello negro con odio. "No la estoy acosando, señorita, déjeme explicarle", intenté aclarar.

"¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué tanto alboroto?... ¡Ahhh, qué hace este bastardo desnudo!" exclamó su otra compañera. "Sonia, prepárate, un pervertido se coló en la casa de Moni", dijo con firmeza mientras desenvainaba su espada. "¡Esa cosa daba miedo!", comentó afectada la señora.

"Señora, ni siquiera estoy con ganas, digo, eso no importa..." intenté defenderme.

"Odio a los pervertidos como tú. ¿Será que si me deshago de tus dos miserias de abajo aprenderás la lección?" comentó la mujer de cabello negro, regañándome con una mirada asesina.

"Así que esta es tu idea...", susurro el gato.

"Vamos, gato, explícales mi situación", le dije a Simba, desesperado por su ayuda.

"Me gustaría, pero no me entenderían, lastimosamente. Solo soy un gato", respondió Simba con una expresión tranquila, desatendiendo del problema. ¡Demonios! No se podía ser más inservible.

"escuchen!!, si no hacemos algo, tres niños morirán esta tarde!!" solté a todo pulmón, tanto que los presentes se callaron por un instante.

Oh diablos la cague.

"que acabas de decir? ¿Es eso una amenaza?" concluyo la mujer con un tono amenazante.

¡¡Diablos!! la cague terrible, y la tensión no para de crecer.

"¡Te equivocas mujer! Yo no planeo hacerle daño a nadie, solo pido que me dejen explicar mi situación, ¡todo esto es un malentendido!" 

"hermana Sandra, y si le damos un momento a este para que se explique" "Sonia?" "si eso es! ¡Muchas gracias mujer tan bella!" "para tus halagos rufián y explícate, tienes un minuto para hacerlo" "siii!!"

¡Un minuto! ¡Eso es muy poco! Esta bien cálmate y pienso con cuidado lo que vas a decir

"tres niños morirán esta tarde de la manera mas brutal posible esta tarde" "eso ya lo dijiste, tienes pruebas?" "no señorita, pero se que tres niños, uno con distintos ojos, una de cabello dorados y la otra niña pelirroja y pecosa, ellos morirán 

"noe?!!" "estas hablando de Nohelia?!" 

Verga, golpeé una fibra sensible, ¿será que esos mocosos conocen a estas mujeres? Aunque pensándolo bien, Claro, dado que este pequeño pueblo está aislado del mundo exterior, existe una gran posibilidad de que todos se conozcan.

"CONTESTA!!!!"

"la verdad es que mientras viajaba me encontré con unos sujetos sospechosos, uno decía provenir de aquí y hablaba sobre sacrificar a tres niños, incluso mencionaron sus características" ojalá se lo crea

"sigue!" me dijo

Lo pillo, pillo el anzuelo, está bien tengo que calmarme y seguir con mi historia "entonces mencionaron que matarían a los niños con esas características que acabo de mencionar" "hermana Sandra no será acaso…" "así es… se trata de Mundanos" 

¿Espera… mi invento resulta ser verdadera con lo que estas mujeres conocen de este mundo? ¡¡¿Es en serio?!!

"y como lucían aquellos mundanos?" me pregunto la chica de cabello castaño "aggh mmm… si!, lo recuerdo bien, uno era barbudo y atractivo, la otra una mujer muy flaca y pálida con cabello largo y negro, y el ultimo era un negro alto con una mascara de verdugo y una enorme cuchilla de carnicero" le explique con mucho nerviosismo

"es esto todo cierto? ¿O te lo has inventado para salirte de esta?" pregunto dudando de mí, "es verdad lo que digo, os juro!" "entonces…" interrumpe la señora de la capota blanca "que hacías desnudo?!!" 

¡Diablos como le explico todo eso! Justo cuando estaban por creer en mi historia…

"eso es porque el mismo se embarro de suciedad sus viejos ropas para así poder ocultarse de esos mundanos"

"¿De dónde viene esa voz?" exigió saber la mujer de cabello oscuro mientras agitaba su espada, tratando de identificar su origen.

"Estoy aquí abajo", respondió. "¿Un gato que habla?!" exclamó, sorprendida. "¡No puede ser, es la bestia sagrada!" dijo la mujer de la capota blanca.

"Así es, humanos", declaró con orgullo. "Soy la bestia legendaria que ha luchado junto a todos los héroes desde tiempos antiguos, el gran Simba."

No era necesario decir todo eso, pero estoy agradecido de que me haya salvado de esta situación. Le agradeceré con algo de atún la próxima vez, si es que lo encuentro.

Al darse cuenta de quién era realmente Simba, todos se arrodillaron en el suelo como si estuvieran frente a un rey, o incluso peor, un dios.

"Mmm, me encanta ser alabado", dijo con arrogancia. "Tú deberías hacer lo mismo, esclavo, y contemplar mi gloria."

"No te pases, gato", le respondí mientras rechazaba su sugerencia. 

"¿Ahora me creen?" pregunté. "Si no hacemos algo, esos niños van a morir." concluí

"Puede que tu historia sea creíble de alguna manera", dijo la mujer de cabello negro actuando un más escéptica, "pero aún no me fío de ti, extranjero." Me examinó con la mirada, buscando si ocultaba algo más. 

¡Por supuesto que no lo hacía!

"ahora bien, si no cabe más duda, entonces debemos apresurarnos antes de que sea demasiado tarde" aconsejo simba. "es verdad! ¡Hermana Sandra tenemos que rescatar a Noe y los demás!" "Ya lo sé … Sonia te encargo sonar la campana para llamar a los demás guardianes para que nos ayude con esta amenaza de rango 3" comando la mujer llamada Sandra "enseguida!!" acato Sonia "en cuanto a Moni, quédate aquí y mantente en resguardo hasta que se de las tres campanadas" "Si eso hare!!" asintió Moni mientras volvía adentro.

"En cuanto a ti...", dijo Sandra mientras me apuntaba con su espada, "tu vienes conmigo… y usted también bestia sagrada" ordeno la guardiana "con gusto señorita"

"A mí también me gustaría, pero, sigo desnudo y necesito vestirme", concluí mientras un incómodo silencio llenaba el ambiente.

"se arrepentirán por lo que hicieron, mi padre se enterara de esto!" "vámonos de aquí amo Goyo" "si olvídese de ellos"

Unas voces chillantes en el aire se oían; unos niños malheridos, con sus caras llenas de moretones y cubiertos de suciedad, abandonaban el patio de la escuela Raule & Sacres bajo un sol poniente que bañaba las paredes y puertas de esa academia.

"Se está haciendo tarde", dijo Noe con un tono preocupado a sus amigos. "Chicos, ya todos se han ido y no creo que debamos quedarnos mucho tiempo", continuó advirtiendo a sus compañeros. 

"Tranquila, Noe, que en un momento salimos. Ceci aún no ha recogido sus cosas, además de que tiene que ir a cambiarse en los baños", explicó Lio la situación. 

"Noe, si quieres puedes ir avanzando junto a Lio", murmuró Ceci al oído de Noe. "¡Ceci!" Noe respondió un tanto enrojecida y nerviosa. "¿De qué rayos estás hablando?", preguntó Lio.

"De nada", respondió Ceci. "Y ya les dije que debemos irnos!!". Insistió Noe 

"Sí, bueno, Noe, ya te oímos, relájate, que no nos va a pasar nada", dijo Ceci mientras abrazaba y acariciaba la cabeza de Noe, como si se tratara de un gatito asustadizo.

Entonces, Ceci procedió a recoger sus cosas del pasto y las guardó cuidadosamente en su bolso. Luego, se puso la bolsa sobre el hombro y se preparó para dejar la escuela, pero no sin antes mencionar:

"Oh, casi lo olvido, dejé algo en el cuarto de utilerías esta mañana", dijo Ceci en tono tranquilo.

"¿Ahora mismo?" preguntó Noe con frustración.

"Si quieres, te acompaño a verlo", ofreció Lio.

"Eh, ¿ahora mismo?!" exclamó Noe, cansada de la situación. 

"Acompáñanos también, Noe, será rápido", sugirió Lio.

"Noe, no seas tan aburrida", opinó Lio mientras abrazaba como un koala por el cuello a Noe.

"Eh, Noe, ¿por qué estás tan roja?", bromeó Ceci.

"¡¡Solo vayamos ya!!", ordenó Noe, visiblemente ruborizada y molesta. "Sí, sí, ya vamos, dios que temperamental". Acato Ceci.

Los niños procedieron a entrar en los penumbrosos pasillos de la escuela. Aunque unas tenues luminarias guiaban sus pasos, era bastante difícil no tropezarse en el trayecto de vez en cuando.

"Auch, no me pises", dijo Lio a Noe.

"¿Por qué te aferras tanto a mí, Noe?" preguntó Lio.

"Noe siempre ha sido asustadiza desde que éramos unos chiquillos, y es así en especial contigo", explicó Ceci.

"A ¿qué te refieres?" inquirió Lio.

"Shhh, silencio, parece que hay alguien", ordenó Ceci súbitamente. Al acercarse al final del pasillo, Ceci logró ver una luz proveniente del cuarto de limpieza. Con cautela, se aproximó a la puerta entreabierta.

"Ceci, ¿lo sientes?", murmuró Lio.

"Sí, hay alguien en esa habitación, gente sospechosa", analizó Ceci y se paró detrás de la puerta entreabierta.

"Chicos, ¡ya vámonos!" murmuró Noe con preocupación y miedo en su rostro.

"Esperen aquí", dijo Ceci mientras entraba al cuarto de limpieza, y detrás de ella, Noe y Lio la seguía, cubriendo su espalda y Lio manteniendo su ojo escarlata activado.

"me siento un poco triste al ver que unos niños maleducados se inmiscuyan en donde no le llaman"

Dijo una vos lúgubre y apenada.

"tú qué piensas Miguel?" dijo la mujer de cuello larguirucho y tez pálida con un largo cabello oscuro que viste una túnica; además tenia varios cortes en cruz en las manos

¡¡Hay alguien detrás!! Concluye Lio tan pronto como se giro lanzo a Ceci y noe a los costados mientras una cuchilla cortaba su mano

"¡El conserje!" exclamó Ceci mientras intentaba incorporarse, apoyándose en su brazo en el suelo.

"Miguel, dijiste que no habría nadie esta noche", dijo la mujer con grandes ojeras. 

"Lo siento, Anne, pero parece que unas ratas muy escurridizas se escaparon de mis planes", respondió el hombre de cabello castaño liso y rostro angelical, mientras intentaba aligerar el ambiente con una sonrisa que mostraba sus perfectos dientes.

"Bueno, no importa, ellos servirán como sacrificio", continuó Anne.

"Señor Alcívar, ¿qué está haciendo?" preguntó Noe al hombre vestido con una túnica negra.

"Te equivocas de persona", respondió el individuo con un tono más serio y una mirada más intensa.

"Noe, Ceci huyan de aquí!!" ordeno Lio mientras intentaba detener el sangrado de su mano.

"¡¡Lio tu dedo!!" advirtió Noe al ver que Lio ya no tenía más su dedo índice.

"eres muy valiente niño escarlata, tu sangre será la primera que nuestro dios probara" dijo Miguel mientras más cuchillos emergían de su manga

No puedo moverme, todo mi cuerpo se siente un poco tullido advirtió Lio inmediatamente 

"así que te diste cuenta muchacha, jejeje, genial no lo crees, estas cuchillas tienen veneno de basilisco, no te matara, pero si te dejara completamente inútil" explico mientras lanzo los cuillos

En eso lio intenta esquivar las cuchillas y rodo por el suelo, aunque fallando al final, pues una cuchilla alcanzo su pierna derecha

"LIOOOO!!!"

"cállate perra o quieres ser la siguiente?!!" le gritó el sujeto a Noe

"porque hace esto?" pregunto Ceci, "hasta que por fin hablas niña" mufo Miguel

"que porque lo hago…porque es divertido ver como las cuchillas rebanan sus tiernas carnes, como la hoja corta cada fibra y su hermosa tintura baña mis hojas, es por eso que escogí el camino, por eso que escogí a Lysander, nuestro dios y señor!" proclamo mientras partía sus labios en dos y bebía de su propia sangre

"eres un mundano, ¿verdad?!" inquirió Ceci

"mucho parloteo miguel y mátalos ya!!" ordeno la mujer de negro.

"ya te oí!!" dijo miguel mientras se preparaba para lanzar sus cuchillas hasta que súbitamente alguien lo empuja por detrás.

"lamento la demora mocosos" proclamó un tipo alto y calvo, que vestía una ropa muy holgada para su contextura. Junto a él una mujer con un cintillo blanco que vestía una armadura de plata.

"¡¡oye oye oye OYE!! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!" se quejó el tipo que acabe de empujar. 

Enseguida, lanzó por los aires unas cuchillas que fueron bloqueadas por la mujer de cintillo blanco llamada Sandra.

"toma a los niños y vete yo me encargo de estos dos" ¿segura que podrás con ellos dos tu sola?" le pregunté

 "¡tu solo has lo que digo!" 

"¡sí señora!" le dije mientras cargaba en mi espalda al chico con heterocromía 

"¡vengan ustedes dos conmigo, ahora!" les ordené "¡¿ y que hay hermana Sandra?!" inquirió la pecosa niña llamada Noe

"estaré bien"

 "¡Noe y Ceci hagan lo que digo, y váyanse de aquí!" comando la guardiana "¡¡no los dejare ir!!" grito el tipo, mientras lanzaba más cuchillas que resultaban bloqueadas por Sandra, entonces, la mujer de negro se levantó y empezó a hablar en una lengua extraña.

Sandra y el agraciado tipo se batieron en un choque de espadas que no podía seguir con la mirada

De repente una cortina de humo verdosa baño el cuarto dejando a oscuras la habitación, sin posibilidad de ver, tomé a los niños lo antes que pude y Sali de ahí despavorido.

Al alejarnos cada ves mas, se escuchaban menos las metálicas hojas chocando entre si.

Mientras corríamos por los pasillos, no paraba de tropezarme en esta cegadora oscuridad, pero el miedo y la adrenalina me permitieron avanzar y no mirar atrás

"Espero que la mujer llamada Sandra este bien" pensé para mí mismo.

"espera un momento…" la voz del chico resonó muy débil y apagada en mi oreja "¿qué dices?" pregunto, deteniendo mis pasos

 "cuidado, enfrente tuyo!!" alerta la niña llamada Ceci.

Entonces, a unos pocos metros las paredes volaron en pedacitos como si fuera hecho de un material endeble. 

"¡Qué demonios!" grité sorprendido.

 Opté por salir y comandé a los niños: "¡Vayamos al patio ahora!"

Seguía escuchando como unos pesados pasos nos seguía y como una onda destrozaba todo a su alrededor

A de ser el, el mismo que acabo conmigo en un pestañeo…

Frente al resplandor de la luna, que permitía ahora visualizar con mayor claridad, pude distinguir la imponente silueta de un hombre alto. 

Este individuo con el que me había topado anteriormente, lleva puesta una máscara de verdugo, con la que oculta su rostro, y sostiene en sus manos una enorme y macabra cuchilla de carnicero. 

La luz de la luna iluminaba de manera escalofriante el brillo metálico de la hoja, creando una escena inquietante en medio de la noche.

"y ahora que hacemos señor?!" me preguntó la pecosa niña llamada Noe "no queda de otra que pelear" dijo la niña de frente bombacha llamada Ceci.

"Estás loca, ¿crees que le ganarás?" le repliqué.

"De cualquier forma nos matará, sin embargo, pienso que lo mejor será distraerlo", explicó Ceci su plan.

Distraerlo puede que funcione, siempre y cuando se ejecuta perfectamente el plan, nada de fisuras.

 "Entonces... ¿cuál es tu plan, niña?" pregunté. "pues queda claro, hay que atacar" declaro mientras sacaba una cuchilla de su bolsa

Es tonta, esta niña es tonta y va a morir.

"Idiota", le dije, golpeando su frente con mi palma. 

"¿Por qué el golpe grandísimo, animal?", dijo la chiquilla mientras se sobaba la frente.

"¿Acaso no ves que ese sujeto te triplica el tamaño, enana?", le dije señalando a nuestro perseguidor.

"No soy una enana, además, sé pelear… algo. ¿Y qué piensas hacer tú, bobo? ¿Solo huir? ¿Que no sabes pelear o qué?", preguntó enojada.

"No… no sé pelear", admití.

"¡¡¿Ahhh?!! ¡¿Entonces qué diablos haces aquí si no sabes pelear?!", me contestó ella, sorprendida y molesta.

Aunque viéndolo bien, esa es una muy buena pregunta, ¿qué hace un tipo como yo que no sabe siquiera ha portado un arma o blandido una espada en toda su vida, en esta situación? Me involucré demasiado sin saber el riesgo.

Debí haber traído a simba conmigo… pero ese gato se fue con la otra mujer, ya es tarde para arrepentimientos. Tontamente le dije que podía lidiar con esto.

"Chicos, ¡paren de pelear y pongan atención!", interrumpió Noe. De repente vi como el sujeto se acercaba y agitaba su cuchilla a nosotros "¡¡cuidado!!" advertí

Entonces empujé a Ceci, salvándola de ser partida por la mitad por esa enorme cosa metálica, cayendo mi peso sobre el aun malherido Lui, perdóname muchacho.

Al intentar incorporarme, vi cómo Ceci se abalanzó con su cuchilla contra el sujeto, aprovechando el momento en que él levantaba la pesada cuchilla del suelo. 

"Ey, tú, gorila, ¡aquí!" gritó la valiente mientras clavaba su cuchilla en la pierna izquierda del hombre. 

"¡Estás loca! ¡Sal de ahí inmediatamente!" ordené a Ceci, pero ella intentaba sacar la cuchilla que se quedó atascada en la pierna del carnicero.

"Noe, toma al chico y huye de aquí, ¡ya!" exclamé. "Pero tú, ¿qué harás?" preguntó Noe preocupada.

"¡Intentaré salvar a tu amiga, tú solo huye!" le urgí.

"pero señor?!"

 "tu solo has lo que digo!" ordené

"¡Sí, señor!", dijo Noe mientras cargaba con dificultad el cuerpo de su amigo y se alejaba de la escena.

Ceci finalmente se rindió en sacar la chuchilla y comenzó a huir del carnicero, seguía esquivando y huyendo como un ratoncillo asustado, todo para no ser golpeada por esa cosa. Parecía que no mentía después de todo, sabe cómo moverse, además…

"Es buena esquivando cada golpe, pero solo está huyendo, tarde o temprano ella cometerá un error y…"

¡¡Se tropezó!!

 ¡la muy tonta se tropezó!

"Ceci!!...

Exclamé, y en un arranque de gallardía me lance a todo galope a cubrirla, mi conciencia no permitiría una perdida como esta, pero no quiero morir de nuevoo…

Agh… creo que moriré de nuevo, otra vez…

¡CLANNGGGG!!

"vaya tal parece que pudiste cumplir tu palabra de salvarlos, Elias…"

Una voz familiar en lo lejano me llamaba, pero yo mantenía mis ojos cerrado, cubriendo por completo a Ceci, protegiéndola de todo peligro.

Entonces abrí mis ojos y vi que la cuchilla quedo suspendida sobre una barrera luminosa.

y a lo lejos…

"¡SIMBA!"