Yu Tian ahora tenía un dolor de cabeza por cómo sacar a Meng Bei.
Aunque los dos eran más fuertes cuando estaban juntos, sus objetivos también eran más grandes. Sería más problemático escapar del cerco del enemigo.
Sin embargo, ya que las cosas habían llegado a esto, no tenía nada de qué quejarse. Meng Bei estaba dispuesto a arriesgar su vida para venir a rescatarlo. Originalmente fue por buena voluntad, así que definitivamente intentaría llevarse a Meng Bei consigo para romper el cerco.
Afortunadamente, ambos estaban sin heridas y no había obstrucciones en sus movimientos.
Las luces de ambos lados ya se habían reunido lentamente. Yu Tian no tenía tiempo para pensar demasiado. Inmediatamente le dijo a Meng Bei —Sígueme. Vamos a romper su cerco primero.
Yu Tian sintió que ya no era necesario perder el tiempo con los guerreros genéticos. Era el momento de romper oficialmente el cerco.
