Las medidas de seguridad del club no estaban nada mal. Además de algunas instalaciones de seguridad necesarias, también había mucho personal de seguridad.
No solo colocaron guardias de seguridad en el patio, sino que también había un gran número de personal de seguridad en espera en la casa.
Era como la sede de los gánsters en las películas. Tras entrar, todos los espacios estaban llenos de personas, llenando las puertas y corredores de cada habitación.
Aunque la fuerza de seguridad de este club no era tan exagerada, en términos de número de guardias de seguridad, superaba con creces las necesidades de los clubes normales.
Y a diferencia de los guardias de seguridad normales, los guardias de seguridad aquí estaban todos equipados con armas.
Para un país que prohibía las armas, esto ya se consideraba un privilegio considerable.
