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El Gran Hipopótamo decidió rendirse al final, lo cual fue la decisión más sabia.
Al día siguiente, el ejército partió. Yu Tian y Abu tuvieron que ir personalmente a Maniza para tomar control de toda la ciudad.
Llevaron casi todo el ejército, dejando solo a algunos soldados nuevos y un par de carruajes de veteranos en Kanimar para vigilar a los prisioneros temporalmente.
El Gran Hipopótamo había anunciado su rendición frente a los prisioneros de guerra, y prometió que estos regresarían pronto a las tierras de Maniza.
Así que Yu Tian no tenía que preocuparse demasiado por qué tipo de problemas podrían causar los prisioneros de guerra.
Además, los Piratas de Faraday también habían recibido el aviso de Yu Tian, pidiéndoles que vinieran temporalmente a guardar Kanmud.
Después de que el ejército del general Abu dejara Kanmud, la fuerza militar de este lugar parecía un poco vacía.