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La gente de Damadi era muy entusiasta, especialmente con los extranjeros.
Cuando veían a extranjeros, querían llevarlos a casa como invitados y eran tan entusiastas que no dejaban que nadie se fuera.
Faraday era igual. Se dedicaba mucho a entretener a los invitados.
Claramente era hora de salir del trabajo y estaba a punto de ir a casa, pero cuando vio a unos extranjeros en el camino, inmediatamente decidió empezar a trabajar horas extras.
Cuando dijo esto, estaba completamente justificado.
Yu Tian no tenía tiempo para condenar su maldito hobby. Preguntó:
—¿Y luego, se escondieron en la cueva?
Faraday se rascó la cabeza. —Debería ser.
—¿Qué quieres decir con debería ser?
—De todos modos, desde que entraron en la cueva no han salido. Incluso envié gente a vigilar la cueva durante dos días, pero no les he visto salir —. Por lo tanto, siento que aún deben estar en la cueva, pero hay una alta posibilidad de que ya estén muertos...
