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Yu Tian y el general Caro habían estado en un estado continuo. Aunque no había visto la batalla con sus propios ojos, había entendido más o menos la situación actual de Cass a través de las conversaciones de la gente en la sala de monitoreo.
—¿Realmente Cass no era rival para Garra de Acero?
Yu Tian se rió entre dientes. Las artes marciales de la antigua India no eran tan simples. No creía que Cass no pudiera hacer nada con solo dos brazos de hierro.
En ese momento, Yu Tian ya había tomado el ascensor con los tres soldados del Escuadrón Tigre y había llegado a las afueras del área experimental.
Estaba muy tranquilo afuera, como si no estuviera afectado por el caos en el área experimental.
Yu Tian echó un vistazo a la tableta y dijo al comunicador en voz baja:
—General Karo, deberíamos retirarnos.
El general Karo se sobresaltó ligeramente, y luego se emocionó en secreto.
