Los soldados asintieron en señal de acuerdo.
Sintieron que su capitán tenía razón. No había nada malo en este análisis.
Entonces, continuaron observando la situación frente a ellos. A pesar de haberse ocultado tan lejos, no podían ocultar su miedo.
La acción de Yu Tian de quitarse el casco claramente sorprendió al hombre en la jaula.
En ese momento, Yu Tian dijo en voz baja: "¿Quieres venganza? ¡Dime!"
Los ojos del hombre revelaron una ardiente esperanza. Era aún más difícil esconder la ardiente ira en sus ojos, así como el monstruoso odio.
Yu Tian miró tal mirada. Ya podía sentir el enojo de este sujeto frente a él.
A juzgar por ello, no sería exagerado decir que este odio era una enemistad a sangre y fuego.
Hablando de lo cual, ¡aún no sabía si podría controlar a tal persona!
Sin embargo, Yu Tian ya había comenzado a remover los grilletes de una de sus manos.
