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Los mercenarios sabían que Yu Tian estaba extremadamente enfadado. Si fuera cualquier otra persona, su reacción sería la misma.
Sus gastos diarios aquí ya habían superado los 100 millones.
Sin embargo, no hicieron lo que un mercenario debería hacer. En cambio, simplemente se dedicaron a disfrutar aquí.
Yu Tian no los expulsó inmediatamente, lo cual ya era darles suficiente consideración.
Aunque eran mercenarios, no había suficientes reglas para restringirlos. Además, al comienzo de esta guerra, Yu Tian les había dicho que si querían luchar, podrían luchar. Si no querían luchar, podrían marcharse en cualquier momento.
En ese momento, habían venido aquí por la generosa recompensa.
Después de eso, se informó que Yu Tian parecía haber sido asesinado por algo, así que solo estaban aquí para ir tirando, esperando la orden de retirada en cualquier momento.
Mientras no hubiera orden de retirarse, debían ser pagados.
