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Yu Tian esperó hasta medianoche, pero no notó nada extraño en su entorno.
Estaba casi seguro de que el fantasma ya se había ido.
Yu Tian sentía que era especialmente aburrido. Originalmente había esperado tener un enfrentamiento con este fantasma para poder estar más contento.
Pero ese fantasma era un cobarde. No tenía siquiera el valor de mostrar su cara. Incluso si era un experto, solo era un experto ordinario.
En ese momento, una voz provino de no muy lejos.
Yu Tian miró hacia la fuente de la voz. Eran los militantes del otro día. Estaban aquí para llevarse a sus compañeros que habían sido asesinados.
Sus acciones eran muy cautelosas. Después de dar unos pasos, discutían en voz baja.
Con la audición actual de Yu Tian, aunque sus voces eran muy bajas, sonaban muy claras.
