—Ah, ahora entendía que si Yu Tian quería matarlo, no podría resistirse en absoluto.
En lugar de dejar que Yu Tian se riera de su debilidad, era mejor hacerle saber que no tenía miedo de la muerte.
Se rió maníacamente y dijo:
—No me hables tonterías. Si quieres matarme, hazlo. ¡No parpadearé!
Si no satisfacía una petición tan pretenciosa, ¿no demostraría que carecía de carácter?
Yu Tian no quería perder el aliento. Levantó la mano y quiso matarlo.
Pero en ese momento, una voz familiar sonó detrás de él.
—Esta persona es muy importante para PBG. Sr. Yu, ¡no puedes matarlo!
Yu Tian sabía quién era por la voz. Era José del PBG.
¿Por qué este tipo vino al país oriental?
Se volvió lentamente y miró a José indiferentemente. —Tienes las piernas muy largas. Puedes venir desde un super país. Aunque viniste de lejos, no puedo entregarte a Io,
¡esta persona también es muy importante para mí!
José sabía que Yu Tian diría esto.
Se rió sarcásticamente y dijo: