La decisión de Yu Tian sorprendió a Chu Qing y a las otras hermanas, pero sus corazones también estaban en caos.
Una sonrisa orgullosa colgaba del rostro de Chu Wennu mientras decía con arrogancia:
—Estoy de acuerdo con tu decisión, pero también quiero asegurarme de que no me estás engañando. ¡Quiero ver todo el proceso!
¿Qué demonios estaba pensando este tipo?
Yu Tian resopló fríamente y dijo con desdén:
—¡Entonces tendrás que estar vivo para verlo!
Después de decir eso, Yu Tian escribió directamente el nombre de Chu Wennu en la orden del tirano celestial y dijo:
—A partir de ahora, si das un paso más en esta habitación, escribiré directamente la palabra 'esclavo'. En cuanto a si la familia Chu llamará a alguien más para reemplazarte, no me importa en absoluto. ¡Dependerá de cuántas personas en la familia Chu no teman a la Muerte!