Yu Tian no quería mostrar su fuerza demasiado, pero después de una serie de pensamientos, sintió que debería aprovechar su tiempo y entrar rápidamente en el núcleo de esta competencia.
Porque en esta competencia, Yu Tian también encontró que había muchos asesinos que no querían participar en esta.
La razón era muy simple. Todo asesino quería vivir. Ante la vida o la muerte, eran solo personas comunes.
Nadie quería buscar la muerte, especialmente en esta competición de asesinos.
Casi cada asesino tenía muy claro que en esta competencia, la posibilidad de vivir no era muy alta.
Y esos asesinos ordinarios, o aquellos que eran comandados por las compañías de asesinos, eran solo carne de cañón para los demás.
Estas personas realmente no merecían morir.
No quería matar a estas personas, al menos no con sus propias manos.
Esa era la razón por la que había mostrado más o menos algo de su fuerza. De hecho, quería que cada asesino lo supiera.
