Aunque ambos sintieron que se entendían bien, esto no era algo que deberían hacer ahora. Además, este sentimiento no podía existir entre ellos.
Estaba destinado a que los dos siempre fueran enemigos.
Por lo tanto, Yu Tian lentamente dejó su copa de vino y dijo con cierta renuencia:
—En realidad, realmente no quiero hacerte nada, pero esto es una maldita competición de asesinos...
—Solo uno de nosotros puede salir vivo de este bar. Dado que tú y yo ya hemos elegido esta competencia, deberíamos respetarla, ¿no te parece?
—Ahora que hemos bebido suficiente vino, creo que también deberíamos estirar los brazos y las piernas y empezar nuestra competencia.
Borracho asintió con la cabeza indiferentemente. En su opinión, no importaba quién estuviera sentado junto a él, no importaba quién le dijera estas palabras, el resultado sería el mismo.
Definitivamente haría que esta persona muriera a su lado. Este era el momento que siempre había dicho que vería a través de la muerte.
