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Yu Tian era un hombre de palabra. Después de comer, dejó que Ernstrom y los demás abandonaran el centro de comando.
No tenía sentido matarlos. Tal como había pensado Yu Tian, la persona que más merecía morir era Klein.
Solo cuando este sujeto muriera, la guerra llegaría a su completo final.
Yu Tian entonces se teleportó al búnker subterráneo en la superpotencia.
Antes de venir aquí, Yu Tian también había hecho cuidadosas consideraciones.
Esta vez, no solo quería matar a Klein. Las personas a su alrededor, aquellos que siempre habían abogado por empezar una guerra con él, también tenían que morir.
Solo matándolos a todos y a aquellos que habían sufrido durante la guerra podrían verdaderamente volver a sus vidas originales.
Pero cuando Yu Tian miró el búnker subterráneo frente a él, sintió que algo no estaba bien.
Aquí es donde estaba el CEO Supremo, por lo que las defensas tenían que ser muy estrictas. Ni siquiera una mosca podía volar adentro.
