—Yu Tian llegó a un espacio vacío. De inmediato abrió la puerta de teletransporte y regresó al centro de investigación y desarrollo.
—Todos se sorprendieron cuando vieron el hacha en su boca.
—Sin embargo, en ese momento, Chu Xuan, quien estaba lejos en los Estados Unidos, llamó a Yu Tian.
—Yu Tian, ven rápido —Chu Xuan parecía preocupado—. Chu Qing parece ser diferente de las otras hermanas. Parece estar en un dolor extremo. Utilicé la misma medicina que las otras hermanas, pero Chu Qing no puede...
—¡Ella podría necesitar tu colgante de jade. Ven rápido! —Insistió Chu Xuan.
—Después de colgar el teléfono, Yu Tian no dijo nada más. Inmediatamente abrió la puerta de teletransporte y llegó a la villa en NIMELA.
—En este momento, Chu Qing estaba en tanto dolor que su frente estaba cubierta de sudor. Después de ver a Yu Tian, comenzó a llorar con pesar.
