Quan Tianhong se quedó atónito en el lugar. Su corazón estaba en un lío y su mente en blanco.
Su última esperanza era la cooperación entre la familia Chu y él mismo. Ahora que la familia Chu había terminado toda cooperación, su grupo zhenghong sólo podía esperar a quebrar.
Esto significaba que él, el hombre más rico del Sur Profundo, pronto se convertiría en un mendigo sin un centavo.
No podía rendirse tan fácilmente.
Sin decir una palabra, se arrodilló a los pies de Yu Tian y suplicó con miedo —Sé que todos te escuchan. Fue mi culpa. Solo estaba fingiendo…
—Te gusta Chu Xuan. Nunca más la veré. Solo quiero usarla para trabajar con la familia Chu. No tengo sentimientos por ella. ¡Por favor, no malinterpreten!
Estaría bien si no mencionara esto, pero cuando lo mencionó, Yu Tian se enfureció.
¿Qué clase de persona era esta? Olvídate de ser un cobarde, ahora parecía más un idiota.
Yu Tian ni siquiera lo miró. No tenía ni el ánimo de perder un segundo en él.