—¿108? —Yu Tian se quedó helado—. ¡Esto tenía que ser una broma! No había forma de que una mujer fuera capaz de dar a luz a ciento ocho hijos en una sola vida. Aunque tuviera gemelos cada año, tardaría al menos cincuenta y cuatro años como mínimo. Esa sería también la edad del par más antiguo. ¿Podría siquiera Yu Tian dirigirse a ellas como 'hermanas mayores' a esa edad?
—Hermana mayor Qing, tienes que estar bromeando. Deberías llamarlas las 108 Estrellas del Destino —Yu Tian sacudió la cabeza, pensando que Chu Qing estaba intentando jugar con él.
Chu Qing le entregó su teléfono móvil y dijo:
—Mira el nombre del grupo de chat en la conversación.
Yu Tian sonrió después de leer el nombre.
—¿108 hadas?
Pinchó en él y vio que había realmente ciento ocho mujeres. ¡Además, todas ellas tenían 'Chu' como su apellido de soltera!
—Pequeño hermano, no te sorprendas. Todavía tienes mucho que aprender. Esto es solo la punta del iceberg —dijo Chu Qing en tono serio antes de soltar una risita—. Y agregó: 108 no es mucho. Sólo somos una gran familia. Puedes incluso elegir a la que te guste entre ellas. Yo seré tu ala derecha. Una sonrisa traviesa cruzó la cara de Chu Qing.
—Sus fotos de perfil son reales. Escoge una. Todas ellas están dispuestas a ser tu esposa. Al darse cuenta de lo que acababa de decir, Chu Qing rápidamente explicó: Todas ellas quieren agregarte como su amigo en WeChat también. Quieren llevarte bajo sus alas para que puedas dominar el mundo.
Yu Tian apretó los labios en una sonrisa. No tomó sus palabras en serio.
—Está bien. Supongo que el mundo es mi ostra con 108 hermanas mayores cuidando de mí. ¡Jaja!
—Es así. No mucha gente en este mundo se atreve a provocarnos. —Chu Qing se rió—.
Llegaron al hospital.
Yu Tian estaba preocupado por su hermana menor. No estaba realmente prestando atención a nada más.
—Pequeño hermano, debes seguir adelante. Llamaré a mi amiga para hacer algunos arreglos —dijo Chu Qing mientras agitaba su teléfono en el aire—."
"Yu Tian asintió y se precipitó hacia la habitación de su hermana menor.
Estaba sudando cuando llegó y notó que el Jefe Liu también estaba allí. El doctor estaba diciendo algo a su hermana menor que estaba acostada en la cama.
—Una pobre chica como tú no puede permitirse estar enferma. ¡Deberías haber muerto! Caramba, ahora le debes al hospital 4000 yuanes más. No solo estás ocupando espacio en la cama, ¡también estás desperdiciando recursos preciosos!
Sorprendida por sus palabras, la joven empezó a llorar.
Esta joven era el mundo de Yu Tian. Haría cualquier cosa por su hermana menor, incluso sacrificar su vida.
Yu Tian se precipitó hacia adelante y agarró el cuello del doctor en un arranque de ira. Empujó al último contra la pared y gritó:
—¡Eh! ¡Liu! ¿No tienes ninguna empatía? ¿Por qué dijiste esas cosas a mi hermana menor?
—¡Suéltame!
El Jefe Liu era un hombre fuerte. Empujó fácilmente a su atacante al suelo.
—¿Me equivocaba? ¡Eres basura! ¡Lárgate si no tienes dinero! ¡No desperdicies este espacio valioso en la cama! —dijo el médico con arrogancia mientras pateaba a Yu Tian que estaba en el suelo.
Yu Tian se levantó y estaba listo para pelear. Sin embargo, recordó que este hombre era el médico jefe a cargo de su hermana menor y se contuvo. Apretó los dientes y soltó:
—¡He reunido 2 millones de yuanes y haré el pago ahora mismo!
—¿Tú? ¿2 millones de yuanes? Que chiste. No eres más que un joven huérfano. No hay forma de que pudieras permitirte pagar las facturas.
El sarcasmo en la voz del Jefe Liu era evidente. Yu Tian iba vestido con ropa andrajosa. No parecía que tuviera doscientos yuanes, y mucho menos dos millones.
—Oye, Enfermera Wong, prepárate para dar de alta a esta chica del hospital. Los pobres deberían simplemente esperar la muerte en casa. La cama debería reservarse para aquellos que realmente la necesitan —dijo el Jefe Liu a la enfermera que tenía al lado.
Yu Tian estaba exasperado. Miró a su hermana menor que estaba tirando de su brazo. Estaba llorando de miedo.
—¡Eh! ¡Liu! ¡Eres un animal! Todavía hay tantas camas vacías. ¿Por qué dices que mi hermana está ocupando espacio? Te dije que tengo 2 millones de yuanes, ¿pero aún te niegas a tratarla?!
Yu Tian gritó.
—¿Tienes 2 millones de yuanes? Jaja, Si es cierto, me arrodillaré y te llamaré padre —respondió el médico con arrogancia.
—¡De acuerdo!
Naturalmente, Yu Tian estaba seguro porque tenía tres millones de yuanes en su poder.
—¡Más te vale cumplir tu palabra!
El médico soltó una risita.
—No es un crimen ser pobre, pero gente como tú no está en posición de ser tan necia y arrogante."
"Yu Tian sacó su teléfono y accedió a su WeChat Pay.
—Mira. ¡3 millones de yuanes! —dijo Yu Tian mientras agitaba su teléfono ante el médico.
Este último estaba confundido. No podía creerlo.
—¡Dios mío, realmente tiene 3 millones de yuanes! —dijo sorprendida la enfermera.
El Jefe Liu se retorció y le lanzó una mirada a la enfermera.
—Este chico era pobre hace una hora, pero ahora, ¿de repente es rico? Debe haber robado un banco.
La voz del médico estaba llena de desprecio.
Para salvar su propio ego, el Jefe Liu dio rápidamente su orden a la enfermera:
—¡Deja de mirar como una tonta. ¡Haz inmediatamente el proceso de alta! ¡No tratamos a criminales!.
Una multitud los había rodeado y comenzaron a discutir entre ellos.
—¿Cómo un chico con aspecto harapiento como él consiguió poner sus manos en 3 millones de yuanes?
—¡Tsk, debe haber robado el dinero!
—¡Los jóvenes de hoy en día son aterradores!
…
—¡No robé este dinero! —Yu Tian gritó de rabia, pero lo único que obtuvo a cambio fue un resoplido del Jefe Liu.
De repente, el médico sonrió de oreja a oreja. Empujó a Yu Tian a un lado y se apresuró hacia un hombre calvo de mediana edad. —Director Li, ¿qué le trae por aquí?
—¡No puedo creer que haya un gamberro como tú escondido entre nuestra comunidad! —Todo el mundo se quedó atónito con las palabras del director.
Yu Tian vio que Chu Qing estaba de pie junto al director del hospital.
Tenía una expresión furiosa en su rostro y estaba mirando fijamente al Jefe Liu. —¡¿Cómo te atreves a intimidar a mi hermano menor?! ¡Incluso le dijiste a su hermana menor que simplemente esperara a la muerte? ¿Te atreves a causar problemas conmigo, Chu Qing?
¿Chu Qing?
El Jefe Liu y la multitud estaban sorprendidos.
Todo el mundo había oído ese nombre.
¡Era el nombre de la mujer más hermosa de Linhai!
¡Era la presidenta del Grupo Tianhai, una empresa líder de esta ciudad, y también la portavoz de la Familia Chu!
…
Chu Qing tenía innumerables títulos. ¡No era alguien con quien uno debiera meterse!
¿Quién sabía que este chico vestido de andrajos era su hermano menor?
Las mujeres de la Familia Chu siempre habían protegido ferozmente a los suyos. ¡Cualquiera que las ofendiera recibiría un severo castigo!
El Jefe Liu empezó a sudar frío.
—¡No tenía idea de que él era tu hermano menor! De lo contrario, no habría dicho lo que dije ni aunque alguien me hubiera pagado 1 millón de yuanes —dijo el doctor a través de sus dientes temblorosos.
—Pero lo hiciste —La voz de Chu Qing era muy intimidante. Parecía que la temperatura en la habitación había bajado varios grados.
'¡Golpe! ¡Golpe! ¡Golpe!'
El Director Li comenzó a abofetear al Jefe Liu continuamente. No se detuvo hasta que este último cayó al suelo.
La cabeza del Jefe Liu estaba dando vueltas y su cara estaba roja e hinchada.
Chu Qing permaneció en silencio. El Director Li continuó golpeando y pateando al Jefe Liu. Este último gemía de dolor.
—¡Por favor, deja de golpearme! ¡Estaba equivocado! ¡Es mi culpa!
El Director Li estaba sudando evidentemente. Sin embargo, para salvar su propia piel, se lanzó con todo a castigar al Jefe Liu. Lo único que importaba era que Chu Qing y Yu Tian estuvieran satisfechos.
Luego, el director se tomó unos segundos para recuperar el aliento —antes de gritarle al médico—. ¡Arrodíllate!
[1] Las 108 Estrellas del Destino representan a los 108 señores demoniacos de la novela clásica china Shui Hu Zhuan."