—¿Estudio de boxeo?
—Yu Tian levantó una ceja.
—No aceptes el desafío. Jianzhong ha estado practicando artes marciales desde que era joven. No hay forma de que puedas derrotarlo —dijo Chu Qing ansiosa.
—Ella no quería ver a Yu Tian ser golpeado.
—Como Chu Qing y Jianzhong crecieron juntos, ella conocía bien al hombre. No mostraría misericordia o perdón, especialmente a un rival amoroso.
—Yu Tian le dio palmaditas en el hombro como una forma de decirle que no se preocupara.
—¿Entonces? ¿Aceptas mi desafío?
—Jianzhong miró al joven con una expresión burlona.
—¿Por qué no? No hay nada que temer.
—Yu Tian respondió con indiferencia.
—Vamos.
—Bien. Eres valiente.
—Jianzhong sonrió con desdén y comenzó a hacer arreglos por teléfono.
—Poco después, todos llegaron al estudio de boxeo.
—Fueron recibidos por un hombre alto y robusto que estaba parado frente al estudio. Su nombre era Cai Feiyu. Era el amigo que poseía el estudio de boxeo mencionado anteriormente por Jianzhong.