Dong Siyu soltó una risita y un destello frío cruzó sus ojos. Luego, dijo en voz alta:
—Nianxue, ¿no lo sabes? Nuestro CEO Yu te ha admirado durante mucho tiempo.
—Me pidió que lo trajera aquí hoy para conocerte. Si no aceptas este supercoche que te estoy dando ahora, no le darás la cara a CEO Yu.
—¿No crees que hacen una pareja perfecta?
Long nianxue se sorprendió aún más.
Yu Tian en realidad le gustaba. ¿era esto real o falso? Ella era multimillonaria. ¿Cómo podría ser digna de ella?
Incluso Long Chenyang lo encontró increíble.
Por supuesto, si Yu Tian realmente le gustaba su hija, entonces ¿por qué no?
Podría aprovechar esta oportunidad para expandir el negocio de su familia. ¿No era esta una oportunidad enviada del cielo?
Gong Jiahai frunció el ceño. Siempre le había gustado Long nianxue. Había trabajado con Long Chenyang solo para conseguirla.
Ahora, Yu Tian apareció de la nada. Qué despreciable.
Yu Tian fue el más incrédulo.
