—Meng Nan originalmente quería comunicarse con Yu Tian y Meng Bei antes de abandonar la granja, pero Yu Tian y Meng Bei estaban durmiendo profundamente. Como hombre, no había necesidad de dilatar las cosas de esta manera —pensó. Después de empacar sus cosas, Meng Nan desapareció rápidamente en el desierto.
—Solo quedaba una hora hasta el amanecer —murmuró—. Meng Nan aún tenía que alejarse lo más posible de la granja. Antes de abandonar la granja, había dejado inconsciente a toda la familia del dueño de la granja.
—Sin embargo, no podía garantizar cuánto tiempo estas personas permanecerían inconscientes. Si alguien despertaba después del amanecer, definitivamente llamarían a la policía.
—Ahora, ya estaba confirmado que los funcionarios del país del viento estaban confabulados con Kroni. En el momento en que el dueño de la granja llamara a la policía, equivaldría a notificar a la Asociación Kroni —analizó Meng Nan—. Muy rápido, esos guerreros genéticos serían provocados.
