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Aunque la hueca puerta de hierro era hermosa, no era lo suficientemente fuerte como para resistir la fuerza bruta del Gran Chico.
La Puerta de Hierro no estaba diseñada para evitar que los coches chocaran entre ellos. Incluso si una persona ordinaria usara un poco de fuerza bruta, podría ser capaz de liberar la puerta de la pared.
El Gran Chico derribó las hojas de las dos puertas de hierro. No se detuvo. Con las dos puertas en sus manos, se abalanzó sobre los guardias de seguridad en el patio.
Los guardias de seguridad fueron tomados por sorpresa y no pudieron esquivar las dos grandes puertas de hierro en absoluto. Fueron instantáneamente derribados por el Gran Chico y cayeron al suelo.
El Gran Chico tiró la hoja de la puerta e inmediatamente saltó hacia adelante, dando a los guardias de seguridad unas cuantas patadas más.
