El mayor problema del grupo mercenario Dios de la Muerte era que no tenían suficiente mano de obra.
Solo eran un centenar de personas en total. Ya era suficientemente bueno para ganar una batalla, solo podían guardar a los cautivos y suministros. Ni siquiera tenían suficiente mano de obra para limpiar el campo de batalla. Ahora, tenían que enviar gente para hacer exploración.
Explorar y alertar era un gran asunto. Además, el alcance de la alerta tenía que estar más lejos. De lo contrario, incluso si encontraban algo, no tendrían suficiente tiempo para reaccionar.
Para organizar la misión de reconocimiento lo más rápido posible, el comandante del regimiento de la Parca tuvo que enviar a todo el personal que guardaba los vehículos en el área montañosa.
Esto era porque los combatientes de este lado tenían que caminar de regreso desde el área montañosa para regresar al estacionamiento previo. Incluso si corrieran hacia adelante con equipo ligero, todavía tomaría cerca de media hora.
