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La cuestión en sí no era complicada. Una planta nuclear adquirió un lote de materia prima de mineral de uranio y descubrió que el contenido de uranio-235 en este lote de materias primas era ridículamente bajo.
El contenido de uranio-235 en el uranio natural solía ser del 0.711%, que era casi un valor fijo.
El mineral de uranio obtenido por la planta nuclear, uranio-235, estaba muy por debajo de este estándar. Era como escoria usada y desechos nucleares.
Este asunto inmediatamente alarmó a las autoridades, porque era muy probable que alguien hubiera extraído uranio 235 del mineral de uranio.
Todos sabían que el mineral de uranio era uno de los principales materiales brutos utilizados para fabricar armas nucleares, que era un recurso importante que tenía que estar controlado por el estado.
Una vez que el mineral de uranio fuera robado por alguna organización subterránea y se extrajera uranio 235, podría representar una gran amenaza para la seguridad de todo el mundo.
