—¡Bang!
Lucas apretó el gatillo resueltamente, pero esta vez no había bala en la ranura. Lucas seguía de pie, sano y salvo.
—Oh, parece que tuviste suerte esta vez. Pero hay seis ranuras y solo una bala en este revólver. En otras palabras, la posibilidad de ser disparado es de una en seis. ¡Tu suerte esta vez!
—Pero como dije, este juego no terminará hasta que o tú o tu suegro mueran. Ahora es tu turno de dispararle a tu suegro. ¡Recemos porque tenga tanta suerte como tú!
—Para ser honesto, deseo que este juego dure un poco más para poder disfrutarlo yo mismo.
—Quiero ver cómo te sentirás si realmente disparas a tu suegro muerto. Quiero ver cómo te verán tu esposa y cuñada después de que mates a su padre.
—Jajaja, solo de pensarlo me emociona. ¡Lucas Gray, no me decepciones! —Jace habló maliciosamente con una mueca retorcida.
Lucas lo miró inexpresivamente antes de girar el cilindro del revólver. Cuando se detuvo, Lucas levantó el arma y le disparó a William.
—¡Bang!