Sólo después de que Bryce se fue, continuaron con la cena, la cual él acababa de interrumpir.
Después de lavarse y limpiar, Charlotte regresó a su habitación mientras Karen se sentó en la sala de estar, viendo algo de televisión mientras jugaba con la pulsera de diamantes que acababa de recibir.
Lucas llevó a Amelia arriba a la habitación de Cheyenne, donde jugó con ella alegremente.
Durante este tiempo, Cheyenne levantó su muñeca varias veces para mirar su reloj. También miraba hacia abajo de vez en cuando, luciendo bastante preocupada.
—¿Qué pasa? —Lucas preguntó suavemente mientras colocaba un libro de dibujos frente a Amelia.
—Oh, no es nada. Estoy un poco preocupada por papá. Es tarde y aún no ha vuelto. Tampoco responde a mis llamadas. No sé a dónde fue —dijo suavemente Cheyenne.
Lucas lo pensó y dijo:
—¿Quieres que envíe a alguien a buscarlo?