—Aunque Lucas Gray es mi yerno, si están pensando en usarme para hacer que venga a lo de los Howards, ¡pueden olvidarlo! —dijo Florence soportando su miedo.
—Abandoné a mi hija poco después de que nació. ¡No he vuelto a verla ni una vez en más de veinte años, y no tenemos ninguna relación de madre e hija! —continuó—. Ahora, ella ni siquiera me reconoce como su madre, y Lucas Gray tampoco me reconoce como su suegra. De hecho... ¡él incluso me amenazó y me advirtió que no perturbara la vida de mi hija. De lo contrario, no sería cortés conmigo! —su voz estaba cargada de indignación.
—Dada nuestra terrible relación, ¿todavía piensan que vendría aquí voluntariamente por el bien de mi vida? —preguntaba sarcásticamente—. ¡Realmente no tengo ninguna utilidad contra Lucas! —Florence habló a través de dientes apretados. Para escapar de esta situación, no dudó en revelar su verdadera relación con Lucas frente a los Howards.