Florence era la única Howard que tenía una relación inseparable con Lucas, por lo que sólo podía armarse de valor y reprenderlo.
Lucas puso el vaso que tenía en la mano sobre la mesa y dirigió su mirada a través de los Howards. —En primer lugar, no es mi subordinado. ¡Es mi hermano!
—¡Y fueron ustedes, los Howards, quienes se apresuraron a venir y amenazaron a mi hermano primero. ¿No es esa la razón por la que lo mató?
—No pueden ser tan irracionales como para permitir que sus subordinados maten a mi hermano pero ahora no permitirle defenderse.
—Además, antes de actuar, le pidió su opinión al Sr. Howard. Dado que el Sr. Howard no expresó su objeción, significa que consintió. En ese caso, ¿cómo es razonable que acusen a mi hermano?
—¡Sin mencionar hacer que mi hermano se arrodille y pida perdón, qué hizo mal?
Lucas habló con calma mientras echaba un vistazo a los Howards que lo rodeaban.
