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Esas docenas de personas se lanzaron de una manera impactante, pero en los ojos de Jordan, no eran nada en absoluto.
Se limitó a reír ligeramente y juntó sus manos. —¡Bien! Ya que quieren morir, ¡cumpliré sus deseos!
Luego, Jordan saltó como una flecha y tomó la iniciativa de cargar contra los expertos y guardaespaldas de los Smiths.
—¡Jah, qué arrogante! —El hombre de mediana edad se burló. En su opinión, Jordan se estaba mandando a la muerte al cargar hacia el campamento enemigo.
Pero su sonrisa pronto se congeló, y su expresión cambió drásticamente.
Jordan no se encontró en una batalla difícil como imaginaba. En cambio, era como un rey lobo cargando en medio de un rebaño de ovejas.
Los guardaespaldas expertos que los Smiths habían entrenado no podían ejercer ningún poder de combate en absoluto. Casi inmediatamente los pateó al suelo, y no pudieron levantarse de nuevo.
