—¿Eres el Maestro de California? ¿Lucas Gray? —Julián entrecerró los ojos y evaluó a Lucas con una mirada penetrante.
Esta era la primera vez que veía al enemigo que había matado a su hermano y que también era el oponente que impedía que la Asociación Marcial Sin Par dominara California.
Julián comprobó que Lucas era realmente joven y que desprendía una vitalidad vigorosa de pies a cabeza. El colágeno y los músculos de su cuerpo eran mucho más delicados que los de los maestros que solía ver.
Pero ya que este joven tenía la fuerza para matar a su hermano Jude y hacer que los timoneles de docenas de familias importantes de California lo reconocieran como su amo, definitivamente no era un hombre sencillo.
Sin embargo, aunque Lucas estaba justo delante de él, Julián no podía sentir ninguna presión o aura que emanara de él, como si solo enfrentara a una persona ordinaria.
Si se encontrara con él en otro lugar, Julián probablemente no le habría prestado mucha atención.