El agudo dolor que venía de sus rodillas hizo que Vince se contorsionara.
Pero lo que era incluso más insoportable era la humillación de ser forzado a arrodillarse frente a la multitud.
¡Nunca en las cinco décadas de su vida había sufrido tal humillación!
—¡T-tú, suéltame! —Los ojos de Vince estaban inyectados en sangre mientras chillaba furioso intentando librarse del agarre de Lucas.
Desafortunadamente, la fuerza que Lucas poseía simplemente no era algo que Vince pudiera resistir. Por más que lo intentara, no podía zafarse de la mano de Lucas.
—¿Te dije que tienes que darme una explicación? ¡Usaré mis propios métodos para obligarte a hacerlo! —Lucas dijo fríamente mientras miraba hacia abajo a Vince—. Parece que aún no has experimentado suficiente.
Entonces Lucas de repente apretó su agarre sobre el hombro de Vince, clavando su mano como una garra en la carne del hombro de Vince.
¡Crack!
