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En medio de la tensa atmósfera, Lucas permanecía sentado en su asiento y hasta sorbía té muy tranquilo, como si todo lo que sucedía delante de él no tuviera nada que ver con él.
Pero había un rastro de burla en sus ojos bajos.
Los Kingstons pensaban que habían sido elegidos por los Smiths para ser sus representantes, así que habían estado tomando la iniciativa en todas partes.
Pero de repente aparecieron los Walkers en esta coyuntura. Lucas no creía que los Smiths no les hubieran instruido hacer eso.
Todo lo que Lance esperaba y anticipaba probablemente terminaría en vano, y habría allanado el camino para otros.
Herman miró a los Coles, los Parkers y los Hales con una sonrisa desdeñosa en su rostro. —Sr. Cole, le pregunto por última vez. ¿Realmente va a ir a la guerra con nosotros por el bien de los Hales y los Parkers?
Edmund dijo impacientemente, —Ya lo he dicho varias veces. ¿Acaso mis palabras le parecen tonterías? Si quiere pelear, hagámoslo. ¡Basta de tonterías!
