Después de que Cheyenne terminó de hablar con William, cogió el vaso de agua en la mesa de noche junto a ella y comenzó a beber algo de agua.
Karen miraba fijamente a Cheyenne sin parpadear en absoluto. Solo después de ver a Cheyenne terminar de beberse el vaso medio lleno de agua, se sintió aliviada. Un rastro de alegría apareció en sus ojos.
Pronto, Cheyenne comenzó a sentir un sueño extremadamente fuerte.
Bostezó sonoramente y miró la hora. Aún no eran las 10 p.m.
—Extraño, ¿por qué tengo tanto sueño hoy … — Cheyenne murmuró para sí misma y pronto, volvió a bostezar.
—… — Karen no dijo nada y en cambio se acostó en la cama para fingir que dormía.
Ella sabía que Cheyenne estaba en guardia contra ella, y si le decía a Cheyenne que se fuera a dormir más temprano, podría despertar sospechas y hacer que Cheyenne se pusiera cautelosa en su lugar.